Hace dos años y medio
—¿Adónde vas? —pregunta Nora con miedo en la voz. ¿Miedo de él? Nunca lo sabrá con seguridad; ya no.
Alex toma una respiración cuidadosamente controlada y corta la ranura en su gorro negro media pulgada más ancha en cada lado para darle más visión periférica una vez que se lo pone sobre la cara.
"Probablemente sea mejor que no lo sepas".
Ella cruza los brazos y se apoya contra el escritorio con un suspiro. "No es tu responsabilidad, Alex. Se salió con la suya. Es una mierda, pero se acabó".
Alex sacude la cabeza. "Todavía no ha terminado. No he dicho lo que tenía que decir". Había estado fuera de la oficina "recuperándose" de su "misteriosa enfermedad" cuando el caso debería haber llegado a su escritorio. No estaba allí para su cliente en ese momento, pero ahora podía estar presente.
Ella le lanza su mirada mortal patentada de "Alex, eres un idiota". "¿Te envolviste los puños con cinta adhesiva y guantes, y luego te hiciste una máscara para cubrirte la cara, para poder usar tus palabras? Vamos. No estamos hablando de un tribunal, Alex".
La comisura de sus labios se curva en una leve sonrisa moralista.
"Tal vez ya no necesite un tribunal".
Se pone la nueva máscara sobre la cabeza. El gorro alto le llega hasta la nariz y tiene una abertura larga y fina para poder mirar a través de él. Combinado con la ropa deportiva completamente negra de pies a cabeza, la sudadera gruesa con capucha y las botas pesadas que había comprado en una tienda de segunda mano, estaba irreconocible.
Después de abrir la ventana que da a la escalera de incendios, Nora le pone una mano en el brazo. Su tacto es tan suave como una pluma, pero él aún no sabe determinar la presión a la perfección. Puede que ella se esté agarrando con todas sus fuerzas, pero él ya no lo sabe.
"Sé que no hay nada que pueda decir para detenerte. Así que, piensa en lo que estás haciendo. ¿De acuerdo? Por June".
Sus labios se tuercen en una mueca. June no tiene nada que ver con esto. Todo esto es suyo; su elección. Su nuevo destino. Siente una opresión en el pecho porque ella tiene razón. Ya no hay forma de hacerle cambiar de opinión.
—Todo irá bien, Nora. No voy a matarlo ni nada por el estilo. —Se ríe, con una risa vacía. Sabe que podría hacerlo si quisiera—. Solo voy a darle un pequeño susto.
En la actualidad
"¡Hola, Spider-Man!", grita una voz desde la acera mientras Alex pasa por Washington Park. Ve a Julián en su carrito de tacos en la esquina de la calle 4 y la avenida 5. Saca la cabeza de debajo de la sombrilla para saludar a Alex.
Con una sonrisa en el rostro, Alex se deja caer en la acera para saludarlo. Julián lo atrae hacia sí para darle un abrazo fraterno.
"¡Ay, hermano! ¿Cómo estás?" Alex pregunta y le da unas palmaditas en la espalda.
—¡Bien, bien, gracias! Ha salido el sol y han salido los turistas —dice Julián riendo, dándole unas palmaditas a su caja fuerte. La misma caja que Alex le trajo cuando se la robaron del carrito hace unos meses. Le sigue diciendo que la proteja mejor.
—No sé, ¿acaso huelo al pastor hoy? —dice Alex, con la boca hecha agua.
Julián se ríe entre dientes y agarra una tortilla. "Ah, sí, te la sigo dando vueltas, hombre". Llena la tortilla con un montón de relleno y la cubre con cebollas y cilantro. La coloca en una bandeja de papel y empieza con la segunda. "¿Cómo ha ido? ¿Te veré en las noticias esta noche?"
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What's Up Danger | Alex & Henry [First Prince]
Short Story"¿Qué tan tonto crees que soy, exactamente?" Alex murmura algo en voz baja que suena como: "Me he salido con la mía todo este tiempo, ¿no?". Henry enarca las cejas. " Lo siento, ¿estás presumiendo de haberme mentido?". Tras una larga pausa, Alex dic...