➶➶➶➶➶ 𝑪𝑨𝑷𝑰́𝑻𝑼𝑳𝑶 𝑸𝑼𝑰𝑵𝑪𝑬 ➷➷➷➷➷

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Clint líbero lentamente aire por la boca, viendo a los patos nadando en ese pequeño riachuelo

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Clint líbero lentamente aire por la boca, viendo a los patos nadando en ese pequeño riachuelo.

Estiró la flecha hacia atrás, calculando antes de finalmente atravesar a uno de los patos con su flecha de un tiro limpio.

Ante el tiro el resto de los patos salieron volando, huyendo de la amenaza que Clint representaba para ellos.

Rápidamente fue hacia donde el pato ya inerte quedaba, sacando la flecha de su cabeza, cargando al animal muerto por las patas abriéndole el cuello para desangrarlo.

Como si fuera una mera traición de su mente, recordó los cadáveres de aquel congelador, los restos de personas que habían consumido sin ser consciente de lo que comía

Aún se le revolvía el estómago, teniendo una arcada al recordar todas esas veces que se llevó un bocado con carne a la boca.

Gruño, sacudió la cabeza y siguió limpiando al pato.

Esa había sido una cacería fructífera, tanto para él como para Kate y Claire, sobre todo para Claire, que tenía tres días envuelta en fiebre puerperal. Tenía tres días y tres noches inconsciente, despertando por instantes que no eran lo suficientemente lúcidos como para que viera a su bebé

La había alimentado, pero Claire ni siquiera lo sabía. Solo la habían forzado a comer varias veces, presionando la cuchara contra sus labios e incluso un vaso de agua.

Su estado de verdad lo preocupaba, porque de seguir así, ella no podría seguir. Afortunadamente los antibióticos la mantenían estable aún

Regresó a la pequeña casita de madera, reforzada con tablas en las ventanas y varias minas enterradas en el suelo, algunas ya habían estallado a causa de los zombies atraídos por el llanto de la bebé, que traía consigo un nuevo problema

No podían seguir demasiado tiempo ahí, debían avanzar

Antes de siquiera entrar, escuchó claramente el llanto de la bebé.

Para su fortuna, era una niña sana con poderosos pulmones, que comía bastante y se mostraba despierta

Al entrar, Kate suspiró con alivio, meciendo a la recién nacida quejumbrosa.

— Traje un pato— anunció con una sonrisa, dejando al animal ya limpio en la mesa— Le haré a Claire un caldo para darle su medicamento

Kate miró en dirección a la salita, donde Claire seguía postrada, temblando y soltando quejas dormida.

Para haber estado durmiendo por días, se veía exhausta, reflejando el dolor que le causaban las secuelas del parto

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