𝐋𝐚 𝐓𝐫𝐢𝐬𝐭𝐞𝐳𝐚 𝐀𝐣𝐞𝐧𝐚
En la mirada de un extraño,
veo un océano de melancolía,
un susurro de historias no contadas,
un reflejo de su propia agonía.
Camina con pasos que pesan,
sus hombros cargan un manto gris,
cada rayo de sol que lo alcanza,
parece perderse en el matiz.
La tristeza ajena es un viento sutil,
que acaricia el alma y la deja temblando,
es un eco que resuena en el pecho,
una sombra que se va desbordando.
En su silencio hay gritos ahogados,
en su sonrisa, un rastro de pena;
me hace querer ser faro y refugio,
una mano extendida que no frena.
Las palabras pueden ser armas o bálsamos,
pero a veces solo un abrazo es suficiente;
ser el consuelo en noches estrelladas,
la luz que ilumina lo inminente.
Así me quedo, observando su tristeza,
sintiendo el peso de su carga pesada;
porque en cada lágrima compartida,
hay una conexión que nunca se apaga.
La tristeza ajena es un hilo frágil,
que teje la vida en colores oscuros;
pero juntos podemos encontrar la belleza,
en los matices de nuestros muros.
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𝐄𝐜𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐬𝐢𝐥𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨; 𝐩𝐨𝐞𝐦𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐧𝐮𝐦𝐛𝐫𝐚
PoetryEcos del silencio poemas en la penumbra es una obra poética que invita al lector a sumergirse en un viaje introspectivo y profundo donde la luz y la sombra se entrelazan en una danza delicada Este libro es una colección de versos que exploran las em...
