𝐭𝐰𝐨. 𝐲𝐨𝐮'𝐫𝐞 𝐨𝐧 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐨𝐰𝐧, 𝐤𝐢𝐝

336 48 17
                                    

Dos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dos. Estás solo, niño
«────── « ⋅ʚ♡ɞ⋅ » ──────»



Año 114 d.C.

El tiempo pasó lentamente en la Fortaleza Roja después de aquel día. Cada luna que pasaba, la salud del príncipe Aerion, se fue deteriorando más. A pesar de los esfuerzos de los maestres, de las hierbas y de las oraciones, su cuerpo no respondía a los tratamientos. Lo que había comenzado como una ligera herida de batalla, pronto se convirtió en algo imparable. Alyssa visitaba a su padre cada día, siempre con la esperanza de que al día siguiente estuviera mejor, pero con cada luna nueva, sus esperanzas se iban desvaneciendo.

Aerion había sido un príncipe fuerte y orgulloso, pero la enfermedad lo consumía rápidamente. Sus momentos de lucidez se volvían cada vez más raros, y cuando abría los ojos, apenas podía hablar. Las últimas lunas habían sido silenciosas en la Fortaleza Roja, como si todos estuvieran esperando lo inevitable. El rey iba regularmente a acompañar a su sobrina entre sus horas libres del día junto con su esposa y hermano.

Finalmente, una mañana temprano, en la última luna, el príncipe Aerion exhaló su último aliento. Alyssa, que había estado a su lado, no entendió de inmediato lo que había pasado. Su padre ya no respiraba, pero ella continuó sosteniendo su mano, como si al hacerlo pudiera mantenerlo cerca un poco más. Fue la septa Lana, con lágrimas en los ojos, quien le explicó suavemente que su padre había partido con el Desconocido.

El funeral fue un evento solemne, marcado por el silencio y la tristeza. Se realizó en una de las colinas lejanas a Desembarco del Rey, dentro de las Tierras de la Corona, donde algunos nobles y la familia real se reunieron para despedir al príncipe. Alyssa, vestida con un largo vestido negro, al frente de la pira, junto con la septa Lana y cerca de algunas personas que dudaba en conocer. La pequeña aún no comprendía por completo lo que significaba perder a alguien para siempre, pero el ambiente pesado y los rostros abatidos le decían que algo muy grande había cambiado.

El cuerpo de Aerion fue colocado en la pira de madera, cubierto en vendas por las Hermanas silenciosas. Y tras unos minutos de silencio, el rey, con un moviendo de cabeza, concedió a su hermano, el príncipe Daemon, que se encargará de incinerar el cadaver, y en segundos, ordenó a su dragón Caraxes que lanzara fuego contra la pira, haciendo del cuerpo, solo cenizas.

Daemon se había quedado junto a su sobrina, esperando alguna reacción ante lo sucedido. Pudo ver como no mostraba nada en su rostro, duro y callado, expectante de las llamas que consumían a su padre. Se lamentó y culpó millares de veces por lo sucedido con su hermano, por haberle pedido ayuda, por dejarlo solo en batalla, por haberle quitado lo último que le quedaba relativamente a su sobrina, ahora, una huérfana.

Se arrodilló frente a ella, y sin esmero, colocó un de sus mechones por detrás de su oreja, mostrando una falsa sonrisa.

—¿Sabes lo que sucede? —preguntó, en un tono más firme.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 09 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

-𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐖𝐀𝐑- | 𝘈𝘦𝘨𝘰𝘯 𝘛𝘢𝘳𝘨𝘢𝘳𝘺𝘦𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora