Capitulo 6:

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⚠️: El principio de este capítulo contiene contenido fuerte, leerlo bajo su propio riesgo.




























































Zack no estaba seguro de cuántas horas habían pasado desde que llegó a la casa junto a Fickelgruber. La noche parecía eterna. Se sentía tan cansado y adolorido que estaba a punto de desmayarse. No podía procesar cómo podían existir personas tan malvadas en el mundo, cómo alguien podía encontrar satisfacción en el sufrimiento ajeno. Era inimaginable, pero aterradoramente real. Zack se sentía mareado y asqueado; cualquiera que lo viera pensaría que estaba drogado. Y, pensándolo bien, tal vez no sería tan malo, porque al menos las drogas lo ayudarían a olvidar lo que estaba pasando o, al menos, a sentirse mejor.

Ya estaba por amanecer. El sol salía lentamente, y sus rayos de luz atravesaban una de las tantas ventanas de la mansión, iluminando tenuemente el interior. Zack se encontraba completamente desnudo e inmóvil, acostado boca abajo en una de las camas más grandes de la mansión. Fickelgruber se había ido a otra habitación para tomar una ducha; parecía que su enojo por fin se había desvanecido.

Zack estaba tan agotado que ninguna articulación de su cuerpo respondía. Era incapaz de moverse, aunque lo deseara. Su cuerpo clamaba por al menos unas horas de sueño, pero sus ojos no se cerraban, apenas pestañeaban. Sus oídos y su visión estaban en alerta máxima, captando cada pequeño sonido y movimiento a su alrededor. Respiraba lentamente, como si intentara recuperar el aliento, cada inhalación y exhalación un esfuerzo consciente. Su cuerpo solo era capaz de llorar; las lágrimas se deslizaban lentamente por sus mejillas hasta caer sobre las sábanas. Cada lágrima era un deseo, y cada deseo era el mismo: ser libre.

—¿Soy una mala persona, abuelita? —susurró entre lágrimas, mientras sentía como un poco de sangre se deslizaba por sus labios.

Su pregunta quedó flotando en el aire, sin claramente una respuesta. Zack recordó las palabras de la única persona en su familia que realmente lo quería: "A las malas personas les suceden cosas malas también, es cuestión de tiempo para que les llegue su karma, querido", le repetía su abuelita cada vez que él se enojaba con alguien que era grosero con ella por ser pobre. Al recordar aquello, Zack pensó que tal vez todo lo que le estaba sucediendo era su karma, porque en realidad él era una mala persona. Por que si no lo era, entonces no tenía sentido todo lo que le estaba sucediendo.

Zack estaba sintiendo el peso de sus pensamientos aplastarlo. Las lágrimas seguían cayendo, cada una cargada de dolor. Pensaba en Willy y Noodle, en lo mucho que ellos tienen por hacer, en aquellos sueños que piensan perseguir y en aquel gran futuro que ellos tenían por delante, mientras que él no tenía pensado en nada, seguramente si lo vieran ahora pensarían que es patetico por anhelar algo tan tonto como la libertad, cuando ellos sueñan en grande, Zack se sentía realmente perdido.  Y a este punto, él solo deseaba estar muerto.

La desesperación y el cansancio lo envolvían como una pesada manta. Su mente vagaba entre pensamientos aún más oscuros, preguntándose cómo había llegado a este punto. Recordaba fragmentos de su vida antes de que toda esta pesadilla comenzara, momentos de felicidad junto a su abuelita que ahora parecían pertenecer a otra persona. La mansión, con su opulencia y grandeza, se sentía como una prisión dorada, un lugar donde el sufrimiento era la única constante.

Zack intentaba encontrar algún consuelo en su situación, pero todo parecía inútil. La esperanza se desvanecía con cada minuto que pasaba, y la realidad de su existencia se volvía más insoportable. En su mente, solo quedaba un deseo imposible a su perspectiva: escapar de este tormento, de cualquier manera posible. Libertad, lo único que anhela y lo único que no podia obtener.

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⏰ Última actualización: Nov 05 ⏰

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Better Than Chocolate || Timothée ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora