El sol bañaba las calles de Sumeru con su luz dorada, y la cálida brisa de la nación Dendro acariciaba suavemente los árboles que decoraban la ciudad. En el centro del bullicio, una joven de cabello rojo intenso, adornado con delicadas cintas doradas y una vestimenta que recordaba a los elegantes movimientos del agua, caminaba en silencio, perdida en sus pensamientos. Nilou, la brillante y carismática bailarina del Zubayr Theater, estaba preocupada.
Sus brillantes ojos celestes miraban a la distancia mientras su mente navegaba entre las responsabilidades y los eventos que debía atender en las próximas semanas. Sabía que algunos de esos eventos requerían que viajara fuera de Sumeru, hacia tierras lejanas, pero el peligro siempre acechaba en los caminos. Aunque amaba bailar y compartir su arte, no quería enfrentarse a los posibles peligros que esos viajes podían traer.
Nilou: No es que no quiera ir... Pero los caminos son tan inciertos. No sé si podría lidiar con problemas inesperados... ¿Y si me hiero? Eso arruinaría todo lo que he trabajado... —murmuró para sí misma, mientras caminaba por los pasillos del teatro.
Mientras Nilou continuaba perdida en sus pensamientos, una figura fuerte y decidida se acercó por detrás. Dehya, con su robusta armadura y su porte imponente, siempre parecía irradiar una confianza inquebrantable. A su lado, más calmada pero igualmente atenta, caminaba Dunyarzad, quien, aunque algo frágil físicamente, tenía un corazón valiente que admiraba profundamente a Nilou.
Dehya: Nilou, has estado muy callada. ¿Pasa algo? —preguntó la guerrera, cruzándose de brazos mientras arqueaba una ceja con curiosidad.
Dunyarzad, siempre perceptiva, notó la preocupación en los ojos de su amiga.
Dunyarzad: ¿Tienes algo en mente, Nilou? Pareces preocupada. Puedes contarnos si algo te inquieta.
Nilou, al escuchar la calidez en las voces de sus amigas, suspiró suavemente antes de hablar, deteniéndose en su caminar para enfrentarlas.
Nilou: Es que tengo varios eventos importantes en otras naciones... Pero para llegar hasta allá, tendría que viajar, y ya sabes lo peligrosos que pueden ser esos caminos. No quiero herirme ni enfrentarme a problemas innecesarios. —dijo, apretando un poco los dedos sobre su vestido, su rostro reflejando su inquietud.
Dunyarzad asintió con comprensión, ya que conocía los miedos de Nilou. A pesar de la gracia y valentía que mostraba en el escenario, Nilou era alguien que prefería evitar conflictos si era posible.
Dunyarzad: ¿Has considerado contratar a un aventurero para que te acompañe? Podrían ayudarte a evitar cualquier peligro en el camino.
Nilou, sin embargo, sacudió la cabeza de inmediato.
Nilou: No me siento cómoda con eso... Los aventureros, aunque sean habilidosos, son extraños. ¿Y si me hacen algo? Es algo que no puedo arriesgar.
Su temor era genuino. Aunque muchos aventureros eran de fiar, la inseguridad de Nilou en relación a personas desconocidas hacía que la idea le resultara incómoda. Sin embargo, Dehya, con una sonrisa confiada, se adelantó.
Dehya: Entiendo tus preocupaciones, pero en este caso, tengo una solución perfecta. Conozco a alguien que puede ayudarte. Es alguien de total confianza y que, créeme, jamás te haría daño. Se llama TN.
Nilou ladeó la cabeza, un tanto confundida. TN no era un nombre que hubiera escuchado antes.
Nilou: ¿TN? Nunca he oído de él. ¿Quién es?
Dehya sonrió de lado, como si estuviera a punto de desvelar una gran sorpresa.
Dehya: Es un amigo mío, y además, junto al Viajero, fue uno de los héroes que salvó Sumeru de la catástrofe reciente. Es fuerte, confiable y, lo más importante, es alguien que trata a las personas con respeto. Puedes sentirte completamente segura con él.