El sol avanzaba perezosamente en el cielo, y el viaje de Nilou y TN continuaba a buen ritmo. Los caminos hacia Mondstadt parecían tranquilos, pero como siempre ocurre en los viajes largos, los problemas no tardaron en aparecer. Primero fueron unos pequeños slimes que surgieron inesperadamente de los charcos en el camino, y luego, una horda de hilichurls que intentó emboscarlos entre los árboles.
TN, sin perder la calma ni un segundo, actuó con la destreza y confianza de alguien que estaba más que acostumbrado a enfrentarse a estos obstáculos. Blandiendo su arma con maestría, se movió con gracia y precisión, derribando a los enemigos sin apenas despeinarse. Nilou, aunque era una artista talentosa, no pudo evitar sentirse impresionada por la destreza de su compañero de viaje. Cada movimiento parecía planeado, cada golpe certero.
Nilou: Eres increíble, TN... —murmuró, todavía impresionada mientras TN terminaba de despachar al último hilichurl.
TN sonrió ligeramente, limpiando el filo de su arma antes de guardarla.
TN: Bueno, solo hago mi trabajo. Además, no puedo dejar que nada te impida llegar a tu presentación en Mondstadt. —bromeó con una sonrisa en los labios, antes de agregar— Los peligros del camino son comunes, pero nada que no pueda manejar.
Nilou sonrió suavemente, pero en su interior, aún albergaba una pequeña duda. A pesar de que TN había demostrado ser un gran protector, no podía olvidar que él seguía siendo un hombre... y aunque había oído cosas buenas de él por parte de Dehya, esa pequeña inquietud se mantenía en el fondo de su mente. ¿Podría realmente confiar completamente en él? ¿Qué pasaría si, en algún momento, sus intenciones cambiaran?
Esos pensamientos la acompañaron durante el resto del día, hasta que hicieron una parada al atardecer en un claro, preparándose para pasar la noche.
TN, siempre atento a los detalles, había encontrado un lugar ideal para acampar, rodeado de árboles que ofrecían algo de protección natural. Nilou, aunque se mostraba amable y agradecida, mantenía una distancia prudente, todavía algo reservada.
Sin embargo, esa tensión sutil que existía entre ellos comenzó a disiparse cuando TN, al ver la hora, sacó una pequeña cacerola de su equipaje y comenzó a preparar la cena.
Nilou observaba, algo curiosa, cómo TN se movía con destreza entre los ingredientes que había traído consigo. El aroma que empezó a desprenderse de la comida mientras se cocinaba fue suficiente para que Nilou dejara de lado, al menos por un momento, sus dudas. TN había comenzado a preparar un guiso que, por el olor, parecía delicioso.
Nilou: No esperaba que fueras tan buen cocinero. —comentó, tratando de sonar casual mientras se acercaba un poco más al fuego.
TN sonrió nuevamente, esta vez un poco más relajado, claramente disfrutando del proceso.
TN: Bueno, una de las cosas más importantes cuando viajas es saber cómo cocinar. No puedes depender siempre de encontrar comida en el camino. Además, si la comida es buena, te anima a seguir adelante. —le guiñó un ojo mientras revolvía el guiso.
Nilou rió suavemente, sintiéndose un poco más a gusto. Poco a poco, las dudas que tenía sobre TN comenzaban a desvanecerse. Él no solo era un escolta confiable y habilidoso, sino también un compañero de viaje amable y considerado. Y lo más importante: no había hecho ni dicho nada que la incomodara o le hiciera desconfiar de sus intenciones.
Cuando finalmente la comida estuvo lista, TN sirvió dos porciones y se las ofreció a Nilou.
TN: Aquí tienes. Espero que te guste.
Nilou tomó el plato con gratitud, sintiendo el calor de la comida en sus manos. El primer bocado fue una revelación: el guiso estaba delicioso, con un equilibrio perfecto de sabores. Cerró los ojos un momento, disfrutando de cada cucharada.