Quiero ser yo—
ConnyCuando tenía cinco, la jefa me llevó con ella al super y por algún motivo me perdí. ¿Cómo? Ya lo dije, no lo sé, pero fue así.
Me sentí cerrada, miraba como loca endemoniada a todas las personas de mi alrededor como si no recordara el rostro de ma, el corazón me saltaba más y más por el tiempo que pasaba sin verla, sin poder estar con ella.
Estuve al borde de tirarme al suelo y empezar a chillar hasta que Sun, la compinche de mamá me abrazó con fuerza y me dijo:
—Yapo, vamos a casita, linda.Y fue ahí, que recordé que enrealidad vine con la otra grifa.
Mirarme a través del cristal pulido, me hace darme cuenta de mi gusto por rodearme de esas personas, locos y locas que no es su culpa en parte, pero a veces se quejan y no hacen nada, ni por más ayuda que ofrezcas.
Cruzando la puertas de este pasillo a emergencias, siento la necesidad de llorar al miedo de quedarme sola si es que algo le pasó. Pasó, pero no sé la gravedad, lo único que tengo en mente es Esperma atendiendo al único ser que aún no logro descifrar y me da rabia.
No tuve la intención, aún así lo hice. Empuje a un lado a Hoyo mientras me limpiaba las lágrimas.
—Ay... —dijo haciendo un puchero por la golpiza que le di en el hombro a berenjena.
No hubo más intercambio de palabras, lo agarre fuerte entre mis brazos mientras me acomodaba en la misma camilla que ocupaba.
Null no era mi hermano, era como mi hijo y la plena, no me gustaba, sin embargo le quiero y por ello estoy. Soy para él lo que nuestra figura biológica y maternal no lo es, ni lo intenta.
Es como si para ella hubiéramos sido un error más, una vaga acción que deja al olvido, pero nosotros somos material y no, no quiero que nos deje, me esfuerzo en eso, necesito que no nos deje. La necesito.
Suena ridículo a los cuantos años que tengo, pero es mi ma, hubo un tiempo en el que ella fue increíble, quiero que Null vea ese tiempo, deseo eso. Que no la odie, que la necesite como yo a ella, no lo comprendo, en serio. Ni por ser psiquiatra. Lo intento, no lo logro y me siento inútil, tal vez se confundieron de persona, debieron ponerme a mi como Null, nombre: Nada.
¡Piches clasistas! Juro por mamá que le partiré la carota al primogénito para que se rompa el círculo real pa que se vea asqueroso como su personalidad e incluso sin hacerlo como mamón de los malos porque músculos no tiene nada. Joder.
Y su mamá, la reina, se la lame a cualquiera y se la pasa haciendo: nada. Fua, factos que deberían de estar públicos, pero los bien refinados no sé cómo le hacen para silenciarnos cuando decimos cosas "malas".
—No soy tan malo —me sobresalte al escuchar su voz gutural.
Desvíe la mirada de la ventanilla a la habitación de aislamiento de Null a él.
—Doctor Bootes, ¿a que se refiere?
—¿Cosas malas? —Joder, verdad.
—¿Verdad, qué, Stella?
Mierda. Putas.
—Come mierda mental.—¿Lo primero que se te vino a la mente, no? —asentí.
—Lo siento.
—Sé que decís que soy un idiota, no hace falta.
Maldito Null.
—Mente limpia, ¿eh?—Ah..., ya.
—Ni pareces psiquiatra.
—Bueno —y tu persona civilizada.
—Veo que te hice pensar en algo, al menos.
—Ajá.
Sonrió satisfecho, luego hizo lo que yo hace unos segundos o eso se supone.
—Eres complicada para ser psiquiatra, eres complicada para ayudar a Null.
—Tu no sabes nada. —Declaré desviado la mirada a la planta del rincón al lado del ascensor.
—Yo también fui un bro para una sis.
Adiós Capella, adiós amiga, adiós amigo, adiós Arcturus, adiós paz.
Adiós... Adiós... Adiós.
haisac25 — isy