continuamos con esta teoria, dependiedo del apoyo seguire escrbirndo. . .
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Heinz Doofenshmirtz miraba el monitor apagado frente a él. El reflejo de su rostro era el de un hombre derrotado, pero esta vez, había algo distinto en su expresión. Los años de fracasos y ridículos habían comenzado a pesarle más de lo habitual. La sala, normalmente llena de ruido y actividad, estaba ahora inquietantemente silenciosa. El zumbido de las máquinas se sentía como el eco lejano de su insignificante legado.
Pasaba las horas en su guarida, planificando una y otra vez su próximo paso. Ya no había lugar para las risas. El Dr. Heinz Doofenshmirtz estaba a punto de tomar un nuevo camino, y esta vez, nada sería igual.
Los recuerdos de su niñez, en los que era constantemente el objeto de burla, se filtraban en su mente como una niebla oscura que no podía disipar. Recordaba a su hermano Roger, siempre más exitoso, siempre más querido, mientras que él era ignorado y humillado. "Heinz, no eres más que un estorbo", aquellas palabras aún dolían, como una herida nunca cerrada. Esas cicatrices invisibles lo habían moldeado y, por primera vez en años, entendía que su constante fracaso no era más que el resultado de una verdad amarga que había ignorado: siempre había sido su propio obstáculo.
Miró nuevamente su reflejo y apretó los puños. Esa sería la última vez que vería a ese hombre débil en el espejo. El Dr. Doofenshmirtz había decidido, con una certeza que nunca antes había sentido, que debía cambiar. Ya no se permitiría fallar; no volvería a ser el chiste de nadie, y mucho menos, el de él mismo.
Heinz miraba fijamente el tablero lleno de planes, diagramas y esquemas. Había cambiado. Ya no era el científico malvado con planes ridículos y extravagantes. Ahora era un villano serio, y lo sabía. Había pasado semanas sumido en la introspección y el trabajo. Cada noche, mientras el mundo dormía, él construía, planeaba, y poco a poco, se acercaba a su objetivo: dominar M.E.R.M.E.L.A.D.A.
Heinz repasó los detalles de su próximo movimiento. Tomar control de la organización no sería fácil, pero su resolución no flaqueaba. Ya no era el hombre que había sido ridiculizado por sus colegas. Esta vez, todo estaba calculado. Las debilidades de los otros científicos estaban documentadas, las relaciones de poder entre ellos claramente definidas, y el plan para derrocar al líder actual era sólido.
— Norm, ven aquí —ordenó Doofenshmirtz, su voz ahora más grave y decidida que nunca.
El robot entró a la habitación con su usual paso torpe, pero algo en su programación había notado el cambio. Norm no podía procesar las emociones humanas, pero reconocía los patrones. Su creador ya no era el mismo.
— Sí, Dr. Doofenshmirtz. ¿En qué puedo ayudarle hoy? ¿Otra batalla con Perry el Ornitorrinco? —preguntó Norm con su típica inocencia.
Heinz negó con la cabeza, su rostro serio. — No, Norm. Perry el Ornitorrinco ya no es mi prioridad. Hoy, tomamos el control de M.E.R.M.E.L.A.D.A. . . .
El salón de conferencias de M.E.R.M.E.L.A.D.A., usualmente ruidoso y lleno de risas maliciosas, estaba hoy en silencio. Los villanos más notorios de la organización se reunían, como siempre, para discutir sus planes y proyectos. Entre ellos, destacaba el arrogante Dr. Malink, un hombre de mirada afilada y porte seguro, que no había dudado en ser la principal fuente de burlas hacia Heinz durante años.
Heinz sabía que el momento había llegado. La máscara del villano torpe debía caer, y con ello, los chistes. Entró en la sala con una calma que sorprendió a todos los presentes. Los científicos malvados intercambiaron miradas curiosas, algunos incluso asustados, porque había algo distinto en el hombre que ahora caminaba entre ellos.
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Un verdadero Villano
Fiksi PenggemarEl Dr. Heinz Doofenshmirtz, conocido por sus ridículos inventos y su eterna lucha contra Perry el Ornitorrinco, finalmente alcanza su punto de quiebre. Tras sufrir humillaciones públicas, el desprecio de su hija Vanessa, y el recordatorio constante...