☆♡𝑨𝒎𝒐𝒓 𝒅𝒆𝒔𝒅𝒆 𝒆𝒍 𝒄𝒐𝒓𝒂𝒛ó𝒏♡☆

cap 11:un nuevo comienzo

La luz del atardecer se filtraba a través de las ventanas del nuevo apartamento, creando un ambiente cálido y acogedor. Danna miró a su alrededor, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo. Era un espacio pequeño, pero estaba lleno de posibilidades. Andreé estaba en la cocina, desempaquetando cajas, mientras Monse organizaba algunas decoraciones en la sala.

—¿Te imaginas cómo será vivir aquí? —preguntó Monse, sonriendo mientras colocaba una planta en una esquina.

Danna suspiró, aún resonando en su mente la discusión con su madre. Había sido un día agotador, pero había tomado una decisión firme. No permitiría que el miedo de su madre a perderla arruinara su relación con Andreé.

—Es un nuevo comienzo —dijo Danna, tratando de convencerse más a sí misma que a las demás—. Necesitamos esto.

Andreé salió de la cocina, secándose las manos en un paño. Tenía una expresión seria, como si también estuviera procesando lo que había sucedido. Se acercó a Danna y le tomó la mano.

—¿Estás bien? —preguntó, su voz baja y preocupada.

Danna asintió, aunque su mente seguía girando en torno a las palabras de su madre. "No puedes dejar que alguien te aleje de tu familia". Pero, ¿qué significaba eso realmente? La familia debía ser un refugio, no una prisión.

—Podemos hacer que este lugar se sienta como un hogar —dijo Monse, interrumpiendo sus pensamientos—. ¿Qué tal si hacemos una cena esta noche? Así, celebramos nuestra mudanza.

Andreé sonrió, y Danna sintió que la tensión en el aire se desvanecía un poco. La idea de una cena, de reír y disfrutar en este nuevo espacio, parecía justo lo que necesitaban.

—¿Qué quieres preparar? —preguntó Danna, comenzando a sentir un poco de entusiasmo.

—Tal vez algo simple, como pasta. Siempre es un éxito —sugirió Monse.

Mientras se movían por la cocina, Danna sintió cómo el ambiente se llenaba de risas y pequeños momentos de complicidad. Era un alivio ver a Andreé sonreír nuevamente, y mientras cocinaban, compartieron anécdotas y sueños sobre el futuro.

Sin embargo, a medida que la cena avanzaba, Danna no podía evitar que una sombra de preocupación la siguiera. Sabía que su madre no se rendiría fácilmente. Las palabras de reproche aún resonaban en su mente, como un eco constante.

—Danna, ¿qué pasa? —preguntó Andreé, notando su silencio.

Ella dudó, pero la verdad estaba en su pecho, pidiendo salir. —Mi madre… no entiende. Siempre ha pensado que tú eres un obstáculo.

Andreé se acercó, tomándole la mano con firmeza. —No voy a dejar que eso nos afecte. Estamos juntos en esto, ¿recuerdas?

Danna miró sus ojos, sintiendo la conexión que siempre había tenido con él. Aunque las dudas de su madre pesaban en su corazón, la determinación de Andreé la llenó de fuerza.

—Tienes razón. Este es nuestro espacio, nuestra vida —respondió, sintiéndose más segura.

Monse, que había estado escuchando, se unió a ellos. —Lo que importa es que ustedes se apoyen mutuamente. No dejen que nadie los separe.

Esa noche, mientras compartían la cena en la mesa del nuevo apartamento, Danna sintió que, aunque la vida estaba llena de incertidumbres, había algo en su interior que le decía que había tomado la decisión correcta. Juntos, podían enfrentarlo todo.

Las risas resonaron en las paredes, creando un nuevo hogar. Sin embargo, Danna sabía que la batalla por su felicidad apenas comenzaba. Pero en ese momento, rodeada de quienes amaba, todo parecía posible.

Que haremos con la preparatoria?
Pregunto Eduard pregunta la cual nadie respondio