"Dos años después de su debut como Deku, Izuku Midoriya se siente solo tras ser abandonado en el bar por sus amigos. Sin embargo, Nejire Hadou y Yuyu Haya pasan por allí y acaban haciéndole una oferta. A partir de ahí, Izuku recibe una oferta tras o...
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Cuando la puerta se cerró de golpe, Ochako apretó suavemente la espalda de Izuku contra ella y le metió la lengua en la boca. Izuku gimió y movió las manos para agarrarla por detrás de los muslos, levantándola con facilidad. La puso de espaldas a la puerta y empezó a salpicar sus caras con besos. Ochako soltó una risita y le sonrió con los dientes. Izuku le devolvió la sonrisa y, sin pensárselo, dijo: "Tienes algo entre los dientes".
Ochako parpadeó y se palpó los dientes con la lengua. Finalmente lo encontró, soltó un pequeño 'eep' y se zafó del agarre de Izuku, para sorpresa de éste.
"Ahora vuelvo". Insistió, corriendo hacia el interior del apartamento. Preocupado, Izuku la siguió, preguntándose qué podría haberla hecho entrar en pánico. Cuando se asomó por la esquina a la que ella se dirigía, se sorprendió y se divirtió al verla cepillándose los dientes furiosamente. Ella soltó un gemido ahogado cuando lo vio en el espejo.
"No me importa, ¿sabes?", insistió Izuku, entró en el cuarto de baño y se colocó detrás de ella, frotándole los hombros. "De todas formas eres linda".
"¿Quieres decir eso con carne entre los dientes?", replicó ella, cepillándose más fuerte. Izuku estaba a punto de replicar cuando vio su reflejo en el espejo, se acercó y abrió la boca. Efectivamente, aún quedaban trozos del teriyaki que había comido en la cena, y que habrían estado allí durante las pocas horas que había estado hablando con Ochako, se dio cuenta Izuku con creciente vergüenza.
"¿Occhan?"
"¿Mm?"
"¿Tienes un cepillo de dientes extra?"
"Mm-hm." Ella asintió, metió la mano en el armario y sacó uno rosa. Izuku lo agarró sin decir palabra y se puso rápidamente a trabajar en sus propios dientes, ignorando la mirada de reojo que Ochako le dirigía.
Tras unos minutos de limpieza, se enjuagaron, escupieron en el lavabo y se revisaron los dientes para asegurarse de que no se les había escapado nada. Cuando terminaron, se dieron la vuelta y se saludaron con los pulgares, sin poder dejar de reírse después.
"Somos una especie de desastres, ¿verdad?". rió Ochako, rodeando con sus brazos los hombros de Izuku y arrastrándolo hasta su altura.
"Sí", rió Izuku, "Pero tú eres mi desastre".
Ella soltó otra risita y volvió a posar sus labios en los de él, e Izuku retomó la conversación donde la habían dejado, esta vez pasando el brazo por debajo de las piernas de ella y levantándola al estilo nupcial. Ella rió sin aliento mientras Izuku la sacaba del baño, llevándola por el pasillo, dejándole besos en las mejillas y el cuello, y abrió la puerta... del lavadero.
Se quedaron mirando incómodamente la lavadora y la secadora durante unos segundos antes de que Ochako se aclarara la garganta.
"El dormitorio es el de enfrente". Izuku frunció el ceño y se giró, viendo la puerta justo enfrente de la lavandería.
