3-ACRÍLICO

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 No pensé en lo que estaba haciendo.

Pero sus labios eran tan suaves y tiernos como había imaginado tantas veces que lo serían. Eran miel, eran néctar, vino y calidez.

Tampoco pensé en las consecuencias que traería cuando se apartó de mí como si quemara. En sus ojos no había rastro de deseo, solo confusión... y consternación Acababa de besar a Aleksander Wallon después de años prometiéndome que no dejaría que algo así terminara nuestra amistad.

—Acabas de... —murmuró, mirándome de arriba a abajo y retrocediendo otro paso, con los ojos totalmente abiertos.

—Yo...

Hay una norma no escrita en la que todo el mundo sabe que una vez que sales corriendo de un lugar, no puedes volver. No cuando todo el mundo te está mirando y sigue tus pasos mientras huyes hacia el exterior como si te estuviera persiguiendo el mismísimo diablo.

Cuando recogí mi bolso y salí del restaurante tuve claro que jamás volvería a entrar ahí. Cerré de un portazo la puerta del Volvo, apoyando la cabeza en el volante, deseando darme de cabezazos contra él. Dios, ¿qué había hecho?

Me había dejado llevar por la emoción y...

Acababa de besar a Aleksander Wallon. Y obviamente él se había apartado.

Joder. Joder. Jo-der.

Frustrada, consulté la hora en el reloj. Tenía que centrarme... pensaría en como solucionar esto cuando tuviera firmado el contrato con Jojo. Un paso cada vez. ¿Pero cómo se suponía que volvería a mirar a Aleksander a los ojos ahora?

Siete años de amistad, tirados a la basura por un beso.

Resoplé; ya eran pasadas las tres. Tenía que ir a la agencia.

No lo pensé antes de arrancar e incorporarme a la carretera, ahora mismo, cuanta más distancia pusiera entre ese restaurante y yo mejor. Las manos seguieron temblándome sobre el volante durante todo el trayecto. No podía borrarme de la cabeza la forma en la que Alek me había mirado.

Puede que nunca pudiera hacerlo.

Dios, realmente necesitaba estar concentrada para firmar el contrato con Mars, no le gustaría nada verme distraída, creería que no estaba tomándomelo lo suficientemente en serio.

Así que cuando volví a aparcar por segunda vez en lo que llevaba de día frente a la agencia, bajé el espejito de uno de los quitasoles del coche, rebusqué una de las barras de labios en mi bolso, retocándolos, inspiré, expiré, y caminé dentro sin pensarlo dos veces.

Si dudas al caminar, los leones lo olerán.

Y este no era el momento para dudar.

Me acerqué a la recepcionista.

—Tenía una reunión a las 16:00, con Jojo Mars y algunos representantes.

Asintió, tecleando en el ordenador.

—Adelante, en la sala de reuniones A.

—Gracias.

Ya no reconocía si temblaba por el beso de Aleksander o por lo que estaba apunto de ocurrir. Pero debía mantener el paso firme, lo había hecho durante cada paso hasta ahora.

Una Warner no se rinde.

Atravesé el pasillo de paredes blancas hasta llegar a la puerta que tenía una plaquita de una A mayúscula plateada encima. Di unos golpecitos con los nudillos antes de entrar.

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⏰ Last updated: Oct 07, 2024 ⏰

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