Sacrificio, Dolor y Ciclo

Sacrificio (Tercera parte)

Han, caminaba por el bosque tranquilamente siguiendo el mapa, que poco entendía, en geografía no tenia las mejores notas, ni llegaba a 6 para aprobar, estaba explorando el bosque tan tranquilo sentía el viento shockar con su cara, las hojas moverse, el rió moviéndose. 

Asta que escucho una explosión, que venia mas a dentro del bosque, de pronto escucho pasos acercándose rápidamente a el, de unos arboles salieron algunos de sus compañeros, gritando, algunos con manchas de sangre en sus camisas.

- ¡Quítate!- dijo Seungmin, para después empujarlo y tirarlo al piso. 

Han callo en el suelo confundido, y miro como algunos de sus compañeros caían al suelo por flechas que aparecían de la nada misma, Han se levanto como puso y retrocede su caminata.

- !Ayúdenme, no me dejen acá tirado por favor, no quiero morir¡ - dijo llorando, Minho.

Han, volteo y vio a uno de sus compañeros, tirado en el suelo sin poder levantarse, tenia como cuatro flechas, dos en la pierna izquierda y dos en el brazo derecho, Han, dudo si ayudarlo o no, por que seria, matarse a si mismo, pero al ver como su compañero llorar y ver como algunos le pisaban sin importar nada, respiro profundo y dijo. 

- Estas loco, Han - y corrió ayudarlo, levanto su brazo izquierdo, y lo puso en su hombro, por detrás del cuello, salieron rápido de ahí y se escondieron por donde no se escucharan gritos.

Lo apoyo en un árbol y el se sentó en el piso, lo miro de arriba a bajo a minho y se acerco a el.

- Déjame, sacarte esas flechas, anda a saber que tienen - dijo Han agarrando una que estaba en su brazo, pero Minho le golpeo su mano y lo miro con, asco y odio. 

- No, me toques, Han, no quiero contaminar me con tu sucias  bacterias - dijo Minho, mirándolo Enojado.

Han bajo su mano, a la pierna de Minho y saco de un jalón la flecha que tenia incrustada en la pierna, Minho pego un grito de dolor y le dio una piña en la cara.

- !Te dije que no me tocaras¡, maldita sea, Aléjate de mi, estúpido de mierda. - Minho respiraba entre cortado, mientras lo miraba con odio.

- A ver, hace rato estabas lloriqueando, como un niño de 7 años , que no querías morir, a demás ¿ por que no me empujaste cuando te ayude a salir de ese lugar? - dijo Han mirándolo serio, sin expresión de enojo ni de felicidad.  

Minho, no dijo nada y miro a otro lado, se sentía avergonzado por a ver llorado, como un maricón, enfrente de todos. 

- Si, me vas a sacar las flechas, hazlo rápido - dijo sin mirarlo.

Han sonrió sin notarlo, y se acerco a el, saco las dos flechas de su brazo y la ultima de su pierna, saco de su mochila las medias que tenia, y las en volvió por sus aventuras que estaban cubiertas de sangre, miro a Minho y le dijo. 

- Listo, ahí que llegar a la enfermería, cuando salgamos de este matadero - dijo mirando a todos lados - oye, ¿sabes quien esta detrás de todo esto.?-

Minho, siguió sin mirarlo y le dijo.

- Yo que se, a demás si lo supiera, no te lo diría, los Han no tiene permitido saber nada - dijo Minho al fin mirándolo - Sabes en vez de que yo este así, deberías estarlo vos, ya se te olvido tu lugar - dijo Minho señalándolo con un dedo. 

Han, apretó su puño, respiro y dijo - Ya se, cual es mi lugar y tu ¿sabes cual es el tuyo?, según se los del Clan Lee, tiene una excelente vista, pero mírate con cuatro heridas sangrantes- lo miro sin exprecion alguna, pero Minho sintió el odio en cada palabra lo que lo hizo enojarse a un mas. 

- Como, se te ocurre hablarme así, hijo de puta, ustedes no son mas que unas bolsas de boxeo - sintió como un golpe, en su mejilla.

- La bolsa de boxeo, eres tu, mírate- Han lo miro con desprecio - ja y me dices ami bolsa, no sos mas que carne muerta, eso eres, sabes que púdrete acá, yo no ayudo a maricas como vos. 

Han se volteo y se fue caminando de ese lugar. 

Minho derramo unas lagrimas, y lo vio llendose, pero su orgullo era mayor y le dijo gritando. 

-Vete imbécil, eres una basura y eso seras siempre, no necesito tu ayuda ni la de nadi- no pudo decir mas nada, por que una flecha, fue clavada en su frente, mientras que unas gotas de sangre salían de la nueva abertura.