Sacrificio, Dolor y Ciclo

Sacrificio (Cuarta parte)

Han, caminaba tranquilo a las cabañas que estaban al fondo del bosque, miro al cielo y se dio cuenta que el sol se ponía, se preguntaba como estará Hannie, ¿estará comiendo?, ¿durmiendo?, dejo de lado sus pensamientos para presta atención a los sonidos del bosque, Han tiene, el sentido del sonido, muy bien desarrollado, lo que le permite escuchar perfectamente bien.

Un disparo se escucho y el volteo pero sintió un ardor en su hombro, se miro y vio como la bala le quito una parte de su piel/carne de su cuerpo, se cubre el brazo para, parar el sangrado, y miro a los lados, retrocedió y se escondió en un árbol, cerro sus ojos, respiro profundo y exhalo, presto atención a su oído derecho, ya que por ese lado se escucho mas fuerte el disparo. 

 Un soldado, salia detrás de un arbusto y se acerca lentamente al árbol donde es2taba Han, las ramas que pisaba se escuchaban perfectamente bien, el crujar de cada una, Han se agacho y recogió una piedra del piso, saco de su mochila, un pañuelo y lo ato, a esta, se movió de árbol lo mas rápido que pudo, y el soldado disparo, casi le daba, si no era que, Han salto para que no le llegara el disparo a la pierna, comenzó a correr dando vueltas, el soldado se mareo al ver que daba vueltas, pero predijo donde iba a moverse y apunto un poco mas adelante de donde Han estaba corriendo y Han, tiro la piedra, la cual le dio a la cabeza del soldado, agarro otra del suelo y se la tiro a la arma la cual, por que la piedra golpeo la uña del soldado quebran2do la, tiro el arma Han, lo en vistió al soldado y agarro el arma apuntándolo a el.

El soldado lo miro con impresión pero, se paro y le sonrió - Dispara, dale, tu puedes - dijo señalando su corazón, pero al ver que, Han dudaba, se enojo y le grito - !DIJE QUE DISPARES, MALDITO BASTARDO¡, QUE AHORA TE VAS HACER EL BUENO.-

Han agarro la arma con mas fuerza, del enojo que se estaba acumulando desde que llego ahí, lo único que escuchaba su cabeza era todos los insultos, palabras pasivas agresivas, que le decían, los golpes que recibía de las personas que lo despreciaban por se del clan Han, "Arto", estaba arto de todo el odio que le tenían por ser del clan, que supuesta mente condeno a los Surcoreanos, su clan, su familia, ellos eran los monstruos, no el, por que no lo entienden, pensaba Han, mientras cerraba los ojos apuntándole al soldado.

- No, eres mas que un traidor - dijo el soldado, sonriendo, Han bajo el arma y dijo - yo....yo no soy un traidor, menos un monstruo, lo que hicieron mis antes pasados, ellos, nosotros no tenemos nada que ver, por que nos culpan, al menos denme una razón para, saber que hicimos, por favor. - dijo Han, al borde del llanto, sus manos temblaban, su corazón lo sentía pesado.

El soldado, se callo, al instante, y miro al chico, tal vez Jiwoong tenia razón, pensaba el soldado, tal vez la nueva generación de los Han eran inocentes, pero,¿ quienes cargaran con todas las muertes que hubo en los clanes del sur, Han minju, era el culpable de toda esta desgracia, se supone que su clan tiene que ser castigado por eso, ¿no?, estaba equivocado, lo sabia muy dentro de el, pero seria capaz de decirlo,  este niño es diferente a los otros Han, se dijo a si mismo. 

- La salida esta a tres arboles grandes a la derecha - dijo el soldado, para luego irse.

Han tiro el arma, y se puso a llorar en el suelo, casi iba a matar a alguien inocente, el no era así, a el no le gustaba matar a la gente,¿ pero debía que hacerlo?.

- Por que, lo dejaste escapar - dijo Jeongin. 

El cual estaba ahí desde que Han, había agarrado el arma, estaba apoyado con los brazos cruzados en el árbol.

Han, al ver que había alguien mas agarro el arma y le apunto - aléjate - dijo seco, se seco las lagrimas que caían en su mejilla, Jeongin movió su cabeza en un significado para decir no, y comenzó a acercarse a, Han.

- Retrocede, ahora - dijo temblando, las manos.

- Primero, no tiembles y segundo, dispara si es que puedes, a cierto no eres capaz -dijo Jeongin sonriendo - Me llamo Jeongin, Yang Jeongin - extendió su brazo para saludarlo. 

Han, no sabia si confiar en el o no, pero al ver su cara, esa exprecion de amabilidad y inocencia.