Hola, Bruno.
Te quedaste sentado a mi lado. Tú sólo mirabas lo que escribía. Me detuve por un momento, tratando de adivinar lo que planeabas. Te miré, y me susurraste al oído: "Me gusta que escribas de mí". Que incómodo.
Con cariño, Melanie.
ESTÁS LEYENDO
Invisible for you.
Short StoryMi motivo para sonreír tenía nombre y apellido, me volvía loca, literalmente.