Hola, Bruno.
Otra vez me ignoraste. No entiendo cómo puedes ser así. Un día me besas, y al otro me ignoras. Pero, supongo que sin importar nada seguirás siendo mi último pensamiento al irme a dormir y el primero al despertarme. Y te maldigo por eso.
Con cariño, Melanie.
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Invisible for you.
ContoMi motivo para sonreír tenía nombre y apellido, me volvía loca, literalmente.