Entre Votos y Deseos

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El lugar que Fina había elegido para su noche de bodas era perfecto: aislado, íntimo, y lleno de detalles que hacían latir el corazón de Marta más rápido con cada paso que daban.

Cuando entraron en la suite, Marta se detuvo unos segundos en la puerta, sorprendida. La habitación estaba delicadamente iluminada por velas distribuidas por todos los rincones, proyectando sombras suaves sobre las paredes. El aroma flotaba en el aire, mezclándose con un tenue perfume a sándalo y cítricos que llegaba desde el jacuzzi que ya estaba listo, con el agua burbujeando y dejando escapar un ligero vapor que invitaba al relax. La música que sonaba en el fondo, una melodía de piano suave y envolvente, parecía latir al ritmo de los deseos que ambas compartían.

Fina sonrió al ver la expresión de Marta, quien aún con el vestido blanco que resaltaba entre la luz tenue, parecía una visión irreal. Se acercó a ella, acariciándole el rostro con la delicadeza que solo Fina sabía manejar, rozando apenas su mejilla con los dedos. Marta cerró los ojos por un instante, dejándose llevar por el toque familiar y el calor que despertaba en su interior.

—¿Te gusta? —susurró Fina, pegando su frente a la de Marta.

—Es perfecto... —murmuró Marta, abriendo los ojos y encontrándose con los de Fina, llenos de deseo.

La tensión que habían sentido todo el día, entre los votos, las miradas, las caricias disimuladas, estaba a punto de desbordarse. Era una corriente eléctrica que las envolvía, como si sus cuerpos hubieran estado conteniéndose, esperando este momento. Sin palabras, Fina tomó la mano de Marta y la guió hacia el centro de la habitación. Con un movimiento lento, casi ceremonioso, empezó a desabotonar el vestido de novia, soltando los broches uno a uno mientras la mirada de Marta la seguía, oscurecida por el deseo que se hacía cada vez más palpable en el ambiente.

Marta imitaba los movimientos de Fina despojándola poco a poco de su vestido color marfil, cada roce, cada leve toque de los dedos de Fina en la piel de Marta al ir descubriendo su cuerpo, parecía incendiar el aire entre ellas. Cuando el vestido cayó al suelo, Marta se sintió vulnerable pero a la vez poderosa bajo la mirada de Fina, quien la observaba como si fuera la primera vez que la veía, como si cada parte de ella fuera un tesoro que no se cansaba de descubrir, ambas quedaron completamente desnudas frente a frente.

Fina no esperó más. Tiró suavemente de ella hacia el jacuzzi, el agua cálida abrazándolas en cuanto sus cuerpos se sumergieron. Marta jadeó al sentir la presión del agua en su piel, pero fue el roce de las manos de Fina deslizándose por sus caderas lo que realmente hizo que su respiración se acelerara.

—Las veces que imagine este momento —susurró Fina, acercándose a los labios de Marta.

El beso que siguió no fue como aquel primero, lleno de dudas y sorpresas. Este era un beso lleno de certeza, de pasión contenida, de deseos acumulados durante todo el día. Los labios de Fina eran suaves, pero al mismo tiempo urgentes, buscando más de lo que Marta estaba dispuesta a entregar, y ella no tenía intención de resistirse. Las manos de Fina encontraron el camino a la espalda de Marta, presionándola más cerca, hasta que no había espacio entre sus cuerpos, solo el agua cálida del jacuzzi y el calor que ambas generaban.

Marta soltó un leve gemido cuando las manos de Fina comenzaron a explorar su cuerpo bajo el agua, deslizándose por su espalda, acariciando sus muslos, hasta que un escalofrío la recorrió entera. No podía pensar, no podía hablar; todo era sensación, todo era Fina.

—Te he deseado tanto... —susurró Fina al oído de Marta, su voz ronca, apenas un murmullo en el silencio de la noche.

Marta solo pudo asentir, perdida en la intensidad de las caricias, en la suavidad de los labios de Fina en su cuello, en su pecho... Era como si el tiempo se hubiera detenido, como si el mundo se hubiera reducido a ese momento, a esa habitación, a ese jacuzzi, a esos deseos inconfesables que ahora se desbordaban entre sus cuerpos.

Vidas paralelas M&FDonde viven las historias. Descúbrelo ahora