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Había terminado las 567 páginas sobre el cálculo y algebra, es el libro más aburrido que me hicieron leer en toda mi vida, el sueño me pesaba y hasta ahora no hay problemas con bill, al parecer salió o algo, pues no vovlio a molestar, no podía seguir despierta y con mucha pero mucha pereza me levante y fui y me bañe, una corta ducha para quitarme lo pesado del dia, Sali envuelta en una toalla y me seque bien, me en créeme con una deliciosa fragancia y me coloque un short gris y una blusa negro, me cepille el cabello varias veces hasta que secara, quedo muy suave y sedoso, y lista para dormí me acosté en mi cama, a un lado con un brazo abajo de la almohada.

Narra bill:

Ya eran las 10 y hasta ahora no ha salido de su cuarto, tal ves se asusto mucho esta ves, pero no me quedare sin follarla, espere muchos años para esto y ahora que se me da la oportunidad ella resulta ser muy santa ¿abra cerrado su puerta? Tengo que ir y hacerla mia, ya me canse de los golpes y el desprecio, como no quiso a las buenas, será a las malas, si me vuelve a rechazar.

Sali de mi habitación y allí estaba la puerta de mi pequeña allen, sonreí y muy lentamente me dirigí a la puerta, tome la perilla y la gire empuje un poco hacia afuera y sorprendentemente se abrió, no le había puesto seguro, que bien, muy pero muy silencioso fui acercándome y la vi allí de lado con un short muy corto que me sentaba de muerte con una blusa oscura y por lo que veo no trae brazier, sentí una electricidad en el cuerpo y me mordí el labio inferior, llegue hasta un lado de la cama, ella me daba la espalda y me dio la oportunidad de...

Narra Allen:

Mi sueño aun no llegaba pero me sentía cansada ya estaba logrando dormirme pero tenia una sensación de presencia en mi habitación, cerre los ojos con fuerza pues eran cosas mias ya que mi puerta estaba con seguro y no escucho nada fuera de lo normal, respire hondo y solté mis ojos los cuales estaban cerrados con fuerza y sentí que la cama se hundía y en mi cintura esas manos tersas las cuales ya me habían tocado antes. Voltee la cabeza viendo allí a bill casi encima mío con una sonrisa satisfactoria y los ojos seductores, yo tenía un expresión de miedo pero no trate de pelear pues sabía que esta vez no saldría corriendo.

- Por favor- publique -no me hagas esto

- No dolerá, pequeña- me susurro casi en los labios -te gustara, te lo prometo

- Por que?- solloce

- Porque me encantas - rozo su nariz con la mía -seré cariñoso y no dolerá

Cerre los ojos con fuerza y espere un segundo cuando tuve sus labios en los mios, empezó a besarme pero al principio no le correspondía hasta que con una mano acaricio mi mejilla y se acerco mas, abrí la boca para darle paso a mi lengua y el entro con facilidad, el beso fue dulce, en verdad encantador, bajo sus manos a mi cintura y las acaricio muy tiernamente sin dejar de besarme, paso sus dedos por debajo de mi blusa y toco mi piel, la blusa fue subiendo mientras mis manos iban poco a poco subiendo por sus hombros, dejo la blusa a media y se ocupo de mi short y lo bajo entero dejándome con bragas, volvió a subir sus manos por mis cadera y cintura y me tomo de los brazos levantándome, dejo de besarme y coloco sus manos en mi cabeza y me miro a los ojos.

- Te deseo tanto- me susuro y volvió a besarme

Saco mi blusa completamente dejando expuestos mis pechos, beso mi cuello y fue bajando poco a poco con besos deliciosos, hasta llegar a mis pechos, respiro profundo y mordió suavemente mi piel, siguió bajando y se hundió en mis pechos, beso mi pezón, mientras con la otra lo acariciaba como jamás había sentido caricias en mi vida, respiraba entrecortado, era exquisito, exuberante, solté un gemido proveniente de lo más profundo y mis ojos se encendieron en llamas, quería que de una vez por todas entrara en mi, nunca antes había hecho esto en mi vida pero esa sensación de querer que te la meta estaba allí. Yo solamente estaba inmóvil sintiendo cada caricia suya, cada roce, cada beso, cada aliento que chocaba contra mi piel, el ya estaba sin polera dejando ver su delgado y esbelto cuerpo, y seguía besándome mientras se apegaba y me acariciaba la cintura y rozaba mis pechos. Deslizo un dedo alrededor de mis bragas y las estiro un poco, las bajo completamente haciendo desaparecer, sentía el chocar de su bulto contra un poco mas debajo de mi vientre y me hacia enloquecer.

- Parecer que estas ansiosa- su vos gruesa recorrió mi oído hasta llegar hasta mi gran exitacion

- Hazlo- le suplique -ahora

- Tranquila- beso mis labios -yo también muero por hundirme en ti- me mordió el labio y lo chupo delicadamente hasta soltarlo

Se alejo de mi y se bajo el buzo gris que traía, y se vio el tan apretó bóxer negro que traía, tomo el elástico y metió dos dedos en ellos, los bajo dejando ver su gran miembro, me quede con la boca abierta al notarlo allí, y saber que eso tenía que entrar en mi, 26cm de puro placer estaba al frente mío y sin darme cuenta me mordí el labio.

Se abalanzo a mí y me beso tan perfecto, dejando rozar nuestras partes, eso hizo que brotara de ambos un gruñido en forma de gemido de no aguantar más. Se alejo y me miro unos segundos.

Eres virgen? - me pregunto allí, el encima mío, medio despeinado y agitado, y solo moví la cabeza en señal de aprobación -quieres que lo haga?

- Mas que a nada- me limite a decir y pose mis manos en su nuca forzándolo a besarme

- O nena - hablo entre mis labios y los suyos, siguió el beso -no sabes cuánto te deseo ahora mismo

Y tomo su miembro entre su mano y lo guio hasta estar la punta chocando directamente contra mí, y me levanto un poco sentándome en él y dejando que él se hunda lentamente, sentí una dolorosa punzada, se sentía en verdad feo, no entendía como podía sentir placer al hacer esto, apoye la cabeza en el hombro de bill y apreté su espalda un poco.

- Estas bien?- pero no respondí -tranquila ya pasara

Y esperamos, hasta que dentalmente sentí que aquel musculo se iba relajando y en unos segundos después en ves de sentir aquella espantosa punzada, sentí que su miembro tocaba el tope y sentí una punzada pero ya no de dolor sino de placer y puro puro placer y gemí

-Eso es mi pequeña- me tomo de la cintura y me acostó en la cama

Se inclino hacia mi y me volvió a besar, esta vez moviéndose lentamente, aquello era maravilloso, perfecto y los besos perduraron, los movimientos se hicieron mas potentes.

Ya estaba sintiendo el limite, una sensación que iba creciendo con cada embestida, y el ahora me apretaba un poco mas y de rato en rato sentía su gemido tan masculino y excitante, mientras yo solo podía gemir en un ahogo. Y después fue cuando llegue al punto y el al parecer igual, solo que un poco mas tarde y sentí una gran gemido al terminar, sonrió con los ojos cerrados y se tumbo al lado mío, yo estaba a su lado mirando el techo con los brazos abiertos un poco y tratando de recuperar la respiración.

Ven aquí mi exquisita y pequeña Allen- me tomo de los hombros y me acomodo en su pecho mientras nos cubríamos con la sabana, sentí su corazón volviendo al pulso normal, y su brazo alrededor de mi cintura, mientras su barbilla posaba en mi frente y cuando ya iba a dormirme el me tomo del mentón y levanto, mi cabeza haciendo que mire sus preciosos ojos almendrados.

-no sabes cuánto estaba esperando para hacer lo que hicimos- yo solo pude sonreírle -duérmete pequeña- y beso delicadamente mis labios, y los mordió cortamente al final, solto mi mentón delicadamente y caí dormida al instante.

¿Solo Primos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora