¿Solo Primos?

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Narra Allen:

Me desperté aturdida por el sonido del teléfono sonando, un poco confundida mire alrededor y note allí a bill acostado desnudo con la sabana cubriendo parte de su cuerpo, con el pelo despeinado y tan hermoso, con una cara un poco seria y angelical pero la contemplación duro nada pues el sonido del teléfono volvió a aturdirme. Salí de la habitación, corrí hasta abajo y alcance el teléfono.

Llamada:

- Hola- dije un poco apurada

- Hola- respondió la seca vos de mi padre

- Hola papá- alegre mi vos

- Porque no contestas temprano?- estaba a punto de decirle que me dormí pero sería pésima idea notando que eran las 10.

- Estaba terminándome de cambiar- logre inventar

- Bueno, ¿estudiaste?

- Sí, eso estoy a punto de hacer

- Bueno, hazlo y no quiero saber que salgas ni nada- pauso -ya sabes que mínimo tienes que estudiar 8 horas al día- suspire

- Si, lo sé- pause -como esta mama?

- Bien, te manda un beso

- Dile que yo igual

- Se lo diré - su frialdad me deprimía -adiós

- Te amo papá- le hable rápido pero el colgó después de escucharlo.

¿Porque era tan seco y malo conmigo? ¿que le hice para que esto pasara?, decidí reprimir mi desdicha y hacer el desayuno, de todas maneras moría de hambre. Saque un tazón y vertí yogurt, tome de la heladera las frutas que mi mamá había dejado picadas esa misma mañana que ella se había ido y las vertí en el tazón y las comencé a mesclar. Sentí aquellas yemas de esos dedos que había recorrido mi cuerpo anoche, sentí su aliento romper contra mi cuello y sentí que se apego a mi.

- Que haces?  y beso mi mejilla

- Mi desayuno- respondí, aun concentrada en mi desayuno y su fresco aliento que recorría peligrosamente todo mi cuerpo

- Y el mío donde esta- sonrió

- Háztelo tu- me zafe de su acorralamiento

- Pensé que mi mujer me lo iba hacer- me miro hasta que me senté y allí nos vimos directo a los ojos.

- Tu mujer?- repetí con el ceño fruncido pero con una sonrisa divertida, se encogió de hombros y me sonrió

-y a que se debe tu tan temprano despertar

- Desde que sonó el teléfono me desperté- estaba sacando una caja de cereal del estante -pero cuando me di cuenta ya no estabas- saco un tazón -pensé que fuiste a contestar y así fue por que escuche murmuros- saco la leche y la vertió en el tazón junto con el cereal -así que espera hasta que volvieras a la cama pero no volviste- y se acerco a la mesa con su tazón -quien era?

-Mis padres - respondi un poco triste

- Que dicen- me hablo

- Solo que estudie- susupire

- No te preocupes, si no estudias ellos no se enteraran

- Puedo salir esta tarde? - pregunte de repente

- Hoy no

- Porque no? - fruncid el ceño -tenía planes-

- Pues cancélalos

- Por que?- no comprendía porque no me dejaba ir

- Pues invite a unos amigos a la piscina y bueno... quiero que estés aquí para que me ayudes- me sonrió