Una Semana Antes

Día 0

POV Margarita

No sé cuál de los Flikitis me llegó de repente pero verlo a él así, hizo agujeros en mi alma. Esas lágrimas caer de sus ojos verdes como el mar del caribe me hipnotizaron junto con ese arco de pestañas húmedas, tampoco pude evitar contar la cantidad de lunares en su mejilla rosado por tanto haber llorado. Le acariciaba ese rostro bello y su piel, lo sentía temblar debajo de mis manos. Estaba aterrado de que las cámaras hayan podido captarlo pero por suerte, este rey tiene unas hadas cortesanas que decidieron usar su magia en ayudarlo, una razón más por la que yo creo en su palabra.

Después de volver al altillo y contarle a Rey la buena noticia, su cuerpo se relajó completamente y su mirada al techo bajó en un suspiro para darle paso a esa mirada depredadora que me estremeció de pies a cabeza y me llevó a otro río de besos.

La falta de aire nos obligó a despegar nuestras bocas y desenredar nuestros rulos pero no quería separarme de él, y su agarre de nudo de marinero en mi cintura, me dice que él tampoco tenía la intención. Nuestras miradas se encontraron brevemente antes de que él cerrara los ojos, y se incline recostando su frente en la mía suspirando. De reojo creí observar al reloj de la ventana encenderse en miles de luces de diferentes colores por una milésima de segundo pero mi concentración estaba en este chico.

— Mar...- escuché que decía con su voz ronca y tragando en seco.

— Estoy acá, estoy con vos Rey.- le hablaba, enredando mis dedos en sus rizos rubios oscuros.

Ambos abrimos los ojos y nos encontramos una vez más, esta vez.. con una sonrisa. Nos sonreímos y es lo único que registramos. Nuestras sonrisas cómplices de las muestras de afecto que ni las cámaras del Hangar pudieron ser testigos.

— Estás mejor?- mi pregunta lo saca de un trance y asiente ligeramente.

— Sí... un poco. Estoy muy preocupado., mi familia...

— Entiendo, pero ya vamos a encontrar la manera de cambiar eso. Vamos a encontrar a tu mamá, a tus hermanitos.

— Fui a mi casa y no estaban.

— Qué? Cómo... cuando? Fue muy peligroso irte así sólo...

— Antes del evento.- sus ojos verdes se clavaron en mi.- Mar, yo no quise hacerlo...

— Ya lo sé, Rey...- tomo su rostro en mis manos y le doy un beso casto en los labios.- ya sé. Y te prometo que vamos a encontrar a tu familia, yo te voy a ayudar y voy a reclutar a todas las haditas de este universo para que vuelvan a estar todos juntos otra vez. Ya vas a ver...

— Jaj gracias Mar. Todavía tengo que pensar que voy a hacer.

— Piano piano. Usted tiene que hacer reposo. Porque, no se si se acuerda, pero acaba de salir del hospital y...

— Por qué me tratas de usted?

Sinceramente, no me di cuenta.

— Ehh Non so... jaj pero no me cambies de tema.

— Si, ya sé.. - rueda los ojos.

— En serio Rey, tenés que descansar. Tenés que mejorarte y recuperar fuerzas.

— Está bien, pero antes de irme abajo quiero saber si a esta señorita que de repente me trata de usted... le gustaría salir conmigo.

— Jajaj y a dónde iríamos?- le digo jugando con nuestras narices en un suave beso esquimal.

— Y si eso me lo dejas a mi?
Te prometo que te va a encantar.

— Apa, estoy intrigada.

— Espero dejarte impresionada.- dice para luego darme un beso en la mejilla y acariciarla con sus nudillos. Lo veo tocarse por debajo del abdomen y hacer una mueca de dolor.