Bien, dijo que sería paciente pero se estaba hartando. Ahora solo con ver que el cervatillo hablaba con los trabajadores del lugar aunque fuera solo por temas del trabajo le ponían los pelos de punta. No podía quería tenerlo a su lado, que el locutor solo lo viera a el.
Si tan solo fuera honesto, para que las promesas que hizo en vida no fueran en vano, podría morir con una sonrisa en sus labios.
No se abstuvo y en una de las tantas veces que lograba cruzar camino con el ciervo lo acorralo. Algo que tenso al contrario y quiso dar un paso atrás, pero sabía que si lo hacía seguirían como habían estado por varios meses. Sabía que el overlord era orgulloso ¿pero llegar a tal límite de solamente dejar que escuchara su voz cuando se trataban de temas políticos? No, no quería seguir así.
Me estás ignorando ¿verdad? Pregunto el mayor que de alguna forma era ahora más alto que su persona, no lo creía posible si era un enano de nacimiento o por lo menos era lo que le decía su ama cuando preguntaba.
Pero ahora era tan alto... Algo que le afectaba en medida porque no era como si pudiera sacarlo de encima con una patada suya sin golpear su zona baja.
-¿Ignorarlo? -pregunto con inocencia- ¿Cómo podría yo un simple pecador hacer tal cosa? -reiteró intentando que sus orejas no delataran lo nervioso que estaba-.
-Al no me mientas -pronunció en una de sus orejas que pronto se pego en su cabeza por el acercamiento- Algo me ocultas, en verdad tu ignorancia me esta matando no vez como duele mi corazón -habló posicionando una de las manos del contrario en su pecho, algo que hizo temblar la sonrisa del menor-
¡Bingo! Había encontrado el límite del mismo overlord de la Radio.
-Su majestad, no se qué le sucede, pero creo que debería empezar a respetar el espacio personal ¿no cree? -habló intentando escaparse, siendo tomado nuevamente por las manos para que quedaran encima de su cabeza y no tuviera otra que mirarle a la cara-.
-No decías lo mismo cuando te besaba luego de mis visitas con Asmodeus -habló cercano a los labios del contrario, sintiendo como involuntariamente el ciervo abrías los suyos-.
-Creí que no lo recordaba -habló desviando su mirada-.
-Es cierto, pero luego de volver a esta forma recordé muchas cosas, incluso las veces que me dijiste te amo mientras me quedaba dormido en tu regazo -pronunció con una sonrisa coqueta-.
-Al parecer ya esta alucinando Lucifer, no le apetece un buen café eso siempre logra ubicar mis ideas -ofreció el locutor, viendo que no tenía otra opción-.
El mayor negó. Le fascinaba el nuevo lado que había encontrado de ese hermoso cervatillo, le encantaba, poner sus pelos de punta y ver aquellas hermosas orejas le encantaban. Solo con eso su corazón le daba a entender que posiblemente si sería correspondido. Las acciones del locutor eran su confirmación mas si se daban cuenta que no intentaba luchar, tal vez unos leves movimientos, pero en ningún momento hizo tal cosa que le fuera a aclarar su sentimiento agonizante.
Decidió seguir así, besando la punta de la nariz del menor que solamente dejo que el sonrojo se apoderara de sus mejillas pálidas.
Me gustas Alastor ¿se mi pareja? Te lo ruego. Pronuncio en su oreja que se cerro en cuanto termino de hablar. Pensó que el contrario tendría una expresión sorprendida pero en realidad reflejaba miedo.
¿Y cómo no iba a reflejar eso? Se estaba cumpliendo lo que quería Lilith y eso no le agradaba para nada solo por la simple idea de hacer lo que ella quería. Pienso que harían buena pareja, amalo como yo no pude querido. Fue lo que le ordeno mientras agarraba la cadena de su cuello, sabía de los acontecimientos en la tierra y utilizo eso para enjaularlo y matarlo con una escopeta, y aunque en verdad quería estar de esa forma al lado de Lucifer, sabía que en cuanto su ama volviera lo dejaría ver, ahora notaba brillo en su mirar dirigida a él pero quién decía que no se acabaría cuando ella volviera.
Rio un poco, dejando desconcertado a la persona que tenía al frente suyo, sus ojos expresaban tristeza. Tuvo miedo de ser amado y abandonado por corresponder, sintió odio al recordar el gusto que le daría a la reina. Se tuvo que negar aunque su sombra le dijera que todo estaría bien y no tendría nada que temer, sintió por un momento como le volvían a coser la sonrisa para mantenerla siempre a tope.
Se odiaba así mismo por esto.
-¿Debe estar bromeando su alteza? -un nudo se formo en su garganta, quiso detenerse- No puede ser cierto lo que dice, óigame no puede amarme, mi corazón no soporta esa idea.
El rey no respondió de inmediato, mas bien expresaba amargura, era obvio, era demasiado bueno para ser real. Alastor también lo miraba como un monstruo, no merecía su amor y era por eso que lo rechazo pero decirlo de esa forma ¿tanto asco le daba la idea de que el sintiera atracción por su persona?
-¿Entonces lo aborreces? -pregunto enojado-.
-No es eso Lucifer, solo que... -fue interrumpido-.
-Soy alguien horrible que no debe tener derecho a ser amado -afirmo- ¿eso quieres decir?
El locutor negó con miedo. El lo había soltado ahora era libre de poder irse y fingir que nada sucedió en ese lugar, pero no quería que las cosas terminaran de ese modo, le debía explicar el por qué.
-Es mejor que me valla -hablo el mayor para darle la espalda-.
-Lucifer espera... -intento agarrar su mano pero esta fue golpeada- auch -pronunció sujetando su mano, algo que hizo que el rey volteara-.
El gobernante en verdad no quiso lastimarlo, quiso pedirle perdón pero parecía que su cuerpo no le obedecía. Solamente observo como el locutor mantenía las orejas bajas mientras sujetaba su mano, vio que no estaba herido y se marcho.
Alastor solo se agarro el pecho al ver que el contrario desaparecía entre los pasillos.
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Traición
Random-Siempre te he depreciado, estar a tu lado y fingir todo el tiempo que te quería, no sabes el esfuerzo que he hecho por intentar amarte. °•Lucifer -Bien, alegrate, te voy a liberar de s...