Capítulo 13: El Baile.

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La vida de adulta no me suelta de la nuca, Marce🫠🫠

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Disfruten:)

***

Se dice que en los banquetes reales, la cantidad de comida nunca era suficiente, o los arreglos, o los invitados, los reyes y reinas que alguna vez estuvieron en el mundo se daban el completo lujo de hacer celebraciones por cualquier cosa; por un hijo, por invitados especiales, o simplemente porque el rey así lo quería.

Los banquetes reales eran el lujo en aquellos tiempos, en dónde la realeza y la nobleza convivían a la par, y solo unos pocos de la plebeya tenían el honor de estar entre tantas personas importantes.

El rey y la reina se conocieron en uno de esos banquetes, y más que una casualidad del destino, fue más obra de sus respectivos padres, quienes querían formar una alianza solida con ambas familias, pues entre todas, Shah proviene de la familia noble con mayor cantidad de oro en sus cuevas, diamantes, y otra infinidad de piedras preciosas. Mientras que el rey Phanon, proviene de una familia de guerreros fuertes con un flujo de magia que recorre la sangre real, y con la cual, muchos quisieran tener algo que ver.

El rey no desea casar a su hija con cualquiera, necesita buscar al mejor pretendiente para ella, pues sabe que en cuanto su flujo de magia comience a salir, necesitará de una pareja igual de poderosa que ella.

No querrá saber que su hija mato a su esposo en la mismísima noche de bodas.

El rey necesita analizar a cada hombre que desee cortejarla, y hasta ahora, el principe de Arcelia es el único que cumple con aquellos requisitos: fuerte, educado, amable, cariñoso, y sobre todo, con un flujo de magia casi igual de poderoso que el del mismo rey.

Aquel banquete no solo es para la bienvenida a los nuevos invitados, si no también es para ver qué tan bien se desenvuelve su hija y su -posiblemente- futuro esposo.

La alianza entre ambas familias sería igual o incluso mayor de grande que la alianza que en algún momento tuvo el rey con su esposa, así que desea solo lo mejor para las familias, y por supuesto, para su hija.

La seda color rojo sangre adorna las paredes, los arreglos florales, las mesas, las sillas, las copas doradas llenas de vino, la comida que está a desbordar por todos lados, y un enorme, enorme salón real en dónde las personas pueden caminar y bailar sin ningún problema; hay un grupo de personas tocando instrumentos musicales que el futuro posiblemente sean reliquias, creando una melodía agradable para aquellos que ya han llegado al castillo.

La hija del rey está siendo vestida por sus damas de compañía, en silencio mientras está perdida en sus pensamientos, se observa asi misma en aquel enorme espejo, la noche ahora es lo único que adorna las afueras del castillo, mientras que en el interior las velas son las que iluminan todo.

Becky no puede dejar pensar en que está noche Nam regresa con respuestas, y sean cuales sean las palabras de la mujer, solo desea que tenga una pronta solución a todo el conflicto que la rodea.

- ¿Se encuentra bien, alteza real? -Pregunta Erin, causando que Becky reaccione ante la leve caricia que hace en su brazo.- Hoy está más callada. -Su hermana, quien está en silencio, apoya las palabras al hacer un sonido con su boca.-

- ¿No suelo estarlo? -Ambas se miran con confusión, siendo aquella una de las tantas cosas que ahora son extrañas en la princesa.-

- Usted adora los bailes reales. -Arik menciona, causando que Becky parpadea un par de veces.- Le gusta escuchar las músicas que suelen tocar, para después usted intentarlo. Además, adora bailar con su padre. -Agrega, Becky solo mueve su cabeza, y suspira.-

Love Song. (FreenBecky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora