Love Song. (FreenBecky)

Capítulo 20: Princesa celosa. (Parte II)

Nohelia me caes mal

Disfruten:)

***

El golpetear de las pisadas del caballo resuena en el bosque, junto el eco de las ramas partidas y las hojas secas, la respiración agitada del corcel indican lo agotado que está; él solo corre sin tener un rumbo fijo, pues su jinete ni siquiera sabe lo que está haciendo.

Los pensamientos inundan la cabeza de aquella joven princesa, quien se siente desesperada y con ganas de gritar, la abrumadora sensación de que todo se le está saliendo de las manos la invade y la desesperación por perder el control es mayor.

Becky nunca había perdido el control de las cosas, ella siempre se concentro en lo que quería, incluso tenía un plan de vida en Londres: ser la mejor y darle una buena vida a su abuela.

Pero todo se salió de control, y ahora sus emociones son un mar de sensaciones desconocidas para ella.

Tantas, que se siente ahogada.

Tantas, que siente podría desmayarse en cualquier momento.

Nigth se eleva en sus dos patas cuando un enorme árbol aparece frente a él, con un relinche fuerte, retrocede y vuelve a caer sobre sus otras patas, haciendo un sonido con su boca como si respirara con fuerza; Becky mira a su alrededor y se da cuenta de que está sola, como tanto ha querido. Suelta todo el aire retenido en ella y palmea el cuello de su corcel, respirando lentamente.

Necesita tranquilizarse antes de volver, nuevamente ha dejado plantado al principe y aquello ya es una muestra de insulto hacia su apellido y su reino.

Mientras piensa en la nueva excusa que le dará, se permite observar el cielo, las hojas de los árboles le impiden ver el azul claro de aquel hermoso día, suelta nuevamente una respiración y cierra sus ojos, tratando de acomodar sus pensamientos.

- Chica tan testaruda. -Nigth sin duda alguna es el que menos ayuda en ese momento.- Huyes de las cosas por temor a aceptar la verdad.

- Te juro que haré que te hagan carnada. -Susurra Becky, sujetando las correas de cuero para halarlas, y así hacer que el caballo camine.- Solo cállate, nunca me apoyas en nada.

- Al contrario, te intento ayudar. Pero eres tan tonta como la pelinegra. Ambas orgullosas y testarudas. -Becky suspira, ignorando a su caballo.- Probablemente si regresamos con los demás, será lo mismo, te dirán la verdad que no quieres aceptar y vas a huir. ¡Siempre lo haces! Orgullosa.

- Definitivamente eres el peor caballo del mundo. -Nigth resopla, retomando el camino que conecta hacia la cascada.- Solo cállate.

Y el corcel acata la orden dada, el camino de regreso es lleno con el sonido de los pasos del caballo, quien suspira fuerte y deja saber la frustración que siente hacia su jinete; pero Becky no quiere aceptar algo que sabe que es cierto... Su orgullo se lo impide.

En cuanto el camino aparece frente a ella, Nigth comienza a correr, alcanzando a los demás, quienes ya están llegando a la hermosa cascada.

Con una caída de varios metros, un hermoso pozo de agua se deja ver, tan cristalino y fresco como aquel día, las rocas mohosas y húmedas brillan cuando el sol golpea en ellas, el fuerte sonido del agua al caer es lo que invade el lugar, y el arcoiris que se nota un poco por los rayos solares y la humedad hace que el sitio se sienta más mágico.

Becky abre su boca en sorpresa al observar la hermosa postal que tiene ahora, Nigth se detiene y ella baja de él, aún sin apartar la vista de la cascada.

Los demás están alejados, los caballos atados a un tronco, mientras que varios sirvientes -quienes acompañaron a los reyes- comienzan a montar una carpa para los adultos mayores.