Todo lo que nunca te dije - Nicholas Chávez.

002: tenía que verla otra vez...

NICHOLAS

—Ya hemos tenido esta conversación diez millones de veces, esto es lo que quiero hacer, no hay nada que puedas hacer al respecto, ya estoy bastante grandecito, ahora sí no es molestia lárgate de mi propiedad —Grité de un modo del que no me siento orgulloso.

—Vas a arrepentirte de esto, tu solito estás destruyendo mi apellido construyéndote una reputación de maricón —Mi padre grita más fuerte señalándome con su índice.

—Lárgate, y como ya te dije, no quiero verte de nuevo en mi casa —le cerré la puerta en la cara, realmente no era horario para seguir con esta conversación.

De niño amaba a mi padre, era mi mejor amigo y siempre hicimos todo juntos, mis mejores recuerdos son con el jugando al futbol en la cancha que tenía la casa de mi infancia, pero todo cambió el día en el que entré al club de teatro del instituto, él comenzó a tratarme como si fuera un bicho raro, siempre quiso hacerme entrar en la política al igual que él, dijo que nunca llegaría a nada como actor, y aquí estoy, probándole lo contrario.

Miré el reloj, 7:40 a.m, había dormido exactamente tres horas, no debí haber aceptado la salida de Cooper, pero era su despedida de soltero ¿Cómo iba a decir que no?

Me dirigí hacia el cuarto de baño, me quité el pijama hasta que me encontré en el espejo del baño en bóxers, observando cada rasguño y chupeton desde mi cuello hasta mi espalda baja, la imagen de la chica del bar de anoche recorrió mi cabeza por segunda vez en la mañana, había algo en ella que no había podido olvidar.

Tenía que verla otra vez.

No recuerdo mucho de la noche anterior, solo sé que Ethan, uno de los invitados a la fiesta de cooper, me señaló a una rubia de ojos claros, no era mi tipo, las rubias nunca lo fueron, además parecía menor que yo, y yo siempre he tenido una debilidad por las chicas mayores, más experimentadas, pero había algo en ella que me causaba mucha curiosidad. "nick mira ese bombón a tu izquierda, apuesto a que toda la discoteca quiere liarse a la nueva cara de Hollywood", creo que fue algo así.

En ese exacto momento supe que era la chica para mí, así que hice lo mismo que suelo hacer con cualquier chica que quiero liarme en una discoteca y le invité un trago, luego de eso todo fue borroso, recuerdo risas, recuerdo que ella torpemente admitió que me encontraba atractivo, ella no me reconoció, y yo no hubiese sabido que era actriz si Ethan no hubiese dicho que estaba en Hollywood. Funcionaba a la perfección, todo lo que recuerdo de ahí en más que la tenía gritando por más encima mío en un cuarto de baño, a decir verdad estaba avergonzado de lo que sucedió, no suelo comportarme así, pero Jack nos llenó de copas y no me quedo de otra que embriagarme, y las peores cosas suceden cuando me emborracho.

Luego de darme un baño y vestirme, tome unos lentes de sol y los enganche en mi camisa mientras bajaba a desayunar, para mi suerte cuando llegue a la cocina encontré a Carmen, la mucama, con un café en la mano y una tostada en la mesa.

—Señor, buenos días, preparé un desayuno ligero ya que tiene esa reunión importante, a la que está llegando tarde, por cierto —ella se limita a sonreír nerviosa.

—Tienes toda la razón, no sabes lo que agradezco este café —Sonreí e irónicamente dejé un beso en en vaso descartable y tome un sorbo— Mi habitación es un desastre, por el resto no te preocupes, tomate el día Carmen, tengo cosas que hacer, y de nuevo, muchas gracias.