007: mi perdición

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JULIETA

Al llegar me tome un momento para observar el salón, era precioso, parecía sacado de un palacio de princesas cubierto en oro, la pista de baile estaba vacía y a su alrededor había un montón de mesas con gente conversando.

—Ahora vuelvo —susurró Nicholas en mi oído, luego soltó mi mano y se dirigió hacia Cooper, quien me dedicó una sonrisa muy amable a lo lejos la cual le correspondí.

—¡Jules, Aquí! —Escuché gritar a Leah, quien estaba apoyada en la barra de mármol dorada junto al resto del elenco, Mike, Cassie, y Johnny me sonrieron dulcemente, todos se veían increíbles.

—¿Nicholas? —preguntó Johnny cuando me acerqué a ellos.

—Está hablando con un viejo amigo, Cooper.

—¿Quién no lo conoce? Ese tipo es un genio. —dijo Mike extendiéndome una copa de champagne la cual acepté sonriente justo antes de que llegue Edward.

—Bueno chicos ¿como están? ¿Bien? ¿Es su primer evento? Quiero que se concentren en pasarla bien, traten de mantener un perfil sofisticado, supongo que sus representantes les han hablado de cómo es esto...

—Estaremos bien —Dijo Leah tranquilizándolo.

—Bien, tengo que ir a saludar a mucha gente, diviértanse. —Sonrió y se fue por donde vino.

—Ese hombre nos va a volver locos. —ríe Mike acomodando mi cabello, el mismo que Nicholas había desarreglado a propósito.

—Es bueno, solamente le faltan algunos tornillos —sonreí haciendo que ambos echemos una carcajada.

—Que bonita te vez sonriendo —dice Mike tomando un trago de su copa, yo me limité a sonreírle y seguir charlando con el resto de los chicos.

Julieta Collins. —Escuché una voz detrás mío llamando mi nombre.

—La misma —Sonreí alzando mi copa al igual que ella. —¿Y tú eres...?

—Samantha Hills, dime sam —dijo mirando en dirección a Nicholas. —Vieja amiga de Nick.

—Claro... —Un silencio se formó en la conversación, el cual me resultó bastante incómodo, pero no a ella, ella sonreía divertida jugando con el vino de su copa. —¿Puedo ayudarte en algo? —dije al ver como me observaba meticulosamente de arriba a abajo, buscando alguna falla en mi.

—Solo quería conocer a la nueva chica de un gran amigo, no sabía que ahora le gustan las rubias... — rió falsamente girando sus ojos hacia mi cabello, mirándolo con desprecio.
Estaba a punto de decirle que no era su chica y que no podía importarme menos su opinión pero la imagen de Edward recordándonos como comportarnos se vino a mi cabeza.

—Loco, ¿verdad? —Le devolví la sonrisa falsa —¿Y tú cómo sabes quién es su tipo?

—Ya sabes, Nicholas y yo... podría decirse que lo conozco demasiado bien, cada parte de él —guiña su ojo para luego tomar otro trago y examinarme con mayor detalle.—Lo que no entiendo es que lo vuelve loco de tí.

—¿Disculpa? —dije intentando mantener la calma.

—Ya sabes, eres más pequeña que el, rubia, y encima desprendes esa ternura... como un dulce

Todo lo que nunca te dije - Nicholas Chávez.Where stories live. Discover now