| 𝐁𝐄𝐋𝐋𝐄𝐙𝐀 𝐘 𝐁𝐑𝐔𝐓𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃 | Jasper Hale

ℭ𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 8

—Jasper, ella no tiene olor.

—Sí lo tiene.

Edward intervino dándose cuenta que su hermano era el único capaz de sentir su aroma, mientras pensaba de forma dudosa y sorprendida "Acaso es que es tan grande la conexión de los compañeros..."—Solo tú lo sientes

Jasper lo miro inmóvil e incrédulo "¿Era eso posible?"

—¿Qué? Somos vampiros, deberíamos de sentir su aroma...—

La mirada de todos era preocupada, era totalmente anormal que no pudieran percibir a un humano...Ni su sangre...

—Si, estuve en la mente de Jasper, siente un aroma refrescante y suave, huele a menta y lavanda, resulta...Calmante. — Mencionó Edward pensativo, continuó — Su olor es como un sedante para él.

Jasper frunció el ceño "Sedante", se permitió indagar en sus pensamientos y en lo que sintió durante la presencia de la asiática, y es que, por un momento, solo existía ella y nadie más, no sintió la sed por ella, ni por ningún humano, ni sus latidos, ni si alguien tenía una actitud extraña... "Me hizo bajar la guardia mucho tiempo" pensó algo asustado..."Esto...Eso es peligroso".

La voz de su hermano lo trajo de vuelta

—Es como si lo mantuviera anulado de sus angustias, no sintió sed por el resto de humanos, ni deseos de matar, ni los típicos pensamientos pesimistas, está normal y hasta enérgico. Jasper... Jasper, se siente como cuando era humano.

Dejando a todos en un largo silencio.

Bella solo pudo pensar en que no sabía si Jasper lo tendría fácil con Jade, debido a su reacción, pues, aunque adoraba a Edward. No pudo evitar pensar en la primera vez que  vio a los Cullen, y que eran los seres más hermosos que creyó haber visto jamás, y su prima los vio peor que oferta de verano en invierno, es decir, casi ni les prestó atención. "Esto es raro, ¿debería preocuparme?"

—

—Oh ahí están, ¡Actúen como humanos!

Alice río junto a Rosalie al ver las muecas de los vampiros al pillarlos desprevenidos, y siguió molestando a su hermana con la esperanza de que mejorara su humor.

—Maldita duende, trato de enojarme contigo y me sales con estas cosas.— gruñó la malhumorada rubia

—

Bella estaba nerviosa y pensativa, ya había notado que su prima desconfiaba de los Cullen desde que los vio, "Dios, porque es tan perceptiva"—Jade, ven, sentemos con ellos, ¿Te parece?.

Le sonrió amigable

—¿Hace cuánto los conoces? — preguntó directa y con el ceño levemente fruncido "Sospecha algo"

—Hace ya un tiempo, son muy amables. Deberías conocer a Carlisle y Esme, son un amor.— respondió — ¿Porqué?

— Solo preguntaba...dijiste ¿Carlisle y Esme?

—Sí, son sus padres. Carlisle es un reconocido médico aquí. — sonrió tratando de persuadirla, los Cullen eran buenas personas.

La pelinegra miraba curiosa a su prima y es que no creía que fuesen malos, pero no era seguro para ella ni su hermano relacionarse con vampiros "Tarde o temprano, eso trae muchos problemas", recordó el detalle que le hizo a la castaña —Bella mira, te hice una pulsera el otro día— sacó de su bolso una pulsera delgada y fina, muy sutil, pero bonita. Tenía un dije rojo con tonos burdeos y tornasol en él, era muy bello.

—¿Es enserio?, es precioso— susurró encantada, sin duda su prima no dejó de lado su estilo discreto, realmente era muy lindo, "Es perfecto".

—Sí, es para las malas energías. Uno nunca sabe.

—Wow... Gracias, me encanta.

—Deja te la coloco. — Bella miró a Edward haciéndole señal de que se sentaría con ellos y no se dió cuenta que su prima sacó sus guantes y tomó la muñeca en la que tenía la mordida. Jade puso la pulsera y lo vio.

James, Edward, vampiros, 

"Edward, no me dejaras", 

"Edward, conviérteme" 

"Siempre juntos..."

Genial, su prima sabía que estaba con vampiros y no solo eso, sino que quería ser uno también.

"Y yo que creí que me librería de lo sobrenatural aquí..."