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~Khert~-¡Aghh bien!-dice mi vecina irritada.
-Genial, porque tendría que sacrificarme y teñirme mis pobres raices de cabello natural que tengo.
-Te verías horrible.
-Shh.
Llegamos al edificio y subimos por el elevador.
Ya es tarde y no sé en qué momento se oscureció, al parecer me levanté como a las 3 de la tarde, de lo borracho que estaba no recuerdo ni a qué hora regresamos de la fiesta, por lo que ahora tengo hambre.
Al llegar a la puerta de mi vecina, dejo las bolsas de tintes en la entrada.
-Tus manos-escucho decir.
-¿Que tienen?
Al bajar la mirada encuentro que tengo unas líneas rojizas en las manos, por cargar las bolsas de tintes.
-Es tu culpa-le digo con falso enojo.
-Ya-responde mientras mete la llave en la cerradura-entra-me dice.
Vuelvo a tomar las bolsas y paso.
-¿Donde las dejo?
En la mesa de la sala.
Camino por el pasillo hasta llegar a la sala y las subo a la mesita.
Me dejó caer al sofá, quedé agotado.
-Me traes como tú esclavo-alzo la voz para que me escuche.
-Que yo sepa tú fuiste el de la idea de ir al centro comercial a comprar un teléfono que por cierto no sabes usar y todavía comprar todos los tintes morados de la tienda.
-Pues que bien por ti.
Me levanto y voy a la cocina donde está Kassie.
-¿Que?-me mira desde el otro lado de la barra.
-Tengo hambre.
-En el refrigerador hay pizza métela al micro.
-Genial-doy la vuelta y saco la caja de pizza.
Saco 3 triángulos o como se diga, tomo un plato y lo meto al microondas que de milagro se como se usa.
Para esperar me recargo al lado del microondas.
-¿Y que se siente tener al príncipe heredero del reino enemigo en tu casa?
-le pregunto a mi vecina que esta acomodando unas plantas que tiene en un estante.
-Nada.
-Aja te creo.
Se da la vuelta y cruza los brazos.
-¡Te dije que na-da!-pero que carácter.
-¿Y porque te enojas?
-Porque no me crees.
-Es que ni siquiera tu lo crees.
-¿Entonces quieres que diga que de ahora en adelante te trataré distinto solo porque eres o eras eso?
-No dije eso, pero tengo que admitir que sería bueno si dejaras de ser tan enojona ¿yo que te hice?
-No lo se, me sacas de mis casillas, eres muy preguntón.
-¿Entonces porque me dejaste entrar a tu casa?
-Porque tengo al príncipe enemigo rogando por guardar su secreto.
-Muy bien dejalo ahí-respondo a la defensiva.
Tonto te humilló a lo grande.
Saco la pizza del micro cuando ya he escuchado el sonidito y me siento en la barra.
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Un Escape Imperfecto
Teen Fiction¿Alguna vez escuchaste que el principe no queria ser rey? La mayoría de las historias de príncipes y princesas cuentan que el convertirse en reyes poderosos es algo genial, y sería lo lógico, pero ese no es Khert Meshwett, no cuando toda su vida ha...