Multiplicado por Cero - Heartstopper

Capítulo 1

Charlie estaba sentado sobre las caderas del desconocido, cabalgándolo. Arqueó la espalda cuando las caderas del hombre se clavaron en él, cada uno dejando escapar un largo gemido. Tenía las manos en las caderas de Charlie, con marcas rojas en la piel pálida de Charlie, y a Charlie le encantaba. Le encantaban las breves marcas y lo grandes que se sentían las manos del hombre contra él, lo bien que lo cubrían.

"¿Puedo darte la vuelta?" Preguntó el desconocido, abriendo sus brillantes ojos marrones para mirar a Charlie. Su voz era profunda, ronca debido a sus actividades y ligeramente insegura, como si pensara que Charlie diría que no. Él asintió, confiando en que esta nueva posición le proporcionaría tanto éxtasis como la actual.

En un movimiento practicado, volteó a Charlie, colocándolo directamente debajo de su cuerpo. Se miraron a los ojos y ambos compartieron una rápida sonrisa que aceleró los latidos del corazón de Charlie.

"Tengo muchas ganas de besarte". Dijo a continuación, sus ojos se clavaron en los labios de Charlie.

Charlie sólo pudo asentir, sus piernas rodeando las fuertes caderas para acercar sus cuerpos. Quería más, quería sentir el peso del hombre encima de él, su sudor mezclándose mientras se mecían juntos.

El beso fue sorprendentemente suave, teniendo en cuenta todo lo que habían hecho. Se perdió en él, sus lenguas se deslizaban fácilmente mientras ambos se movían, perdidos en la sensación del momento.

Charlie podría haberse quedado allí durante horas, pero sabía que no era buena idea. Este no era ese tipo de sexo. En lugar de eso, empezó a bajar una mano para acabar consigo mismo, pero se la apartó de un manotazo. "Quiero hacerlo", dijo, esperando a que Charlie asintiera para agarrar su dolorida polla y darle un giro experto. El líquido preseminal actuó como lubricante, permitiendo que su mano, mucho más grande, se deslizara fácilmente sobre la polla de Charlie mientras seguía empujando, llegando cada vez más profundo.

Antes de que Charlie se diera cuenta, se estaba corriendo, decorando los estómagos de ambos mientras jadeaba. Su orgasmo lo invadió y se dejó llevar por él, volviendo sólo para ver a su compañero correrse también, con la cabeza hundida en el hombro de Charlie mientras se estremecía y maldecía.

Charlie dejó que ambos se relajaran un momento, sabiendo lo que ocurriría a continuación. El incómodo ponerse la ropa, las promesas de llamar al otro aunque no se hubieran intercambiado los números. Charlie odiaba este baile, pero formaba parte del trato.

El hombre se apartó y Charlie se preparó para que dijera algo sincero pero desgarrador, como "buen polvo" o "normalmente no eres mi tipo". Lo peor que había oído era "me recuerdas a mi ex novia". Esa le había dolido.

Pero en lugar de eso, el hombre dijo algo desconcertantemente inesperado.

"¿Te apetece un baño?"

Charlie parpadeó, seguro de haber oído mal. "¿Un qué?"

"Un baño. Puedo limpiarte. Y a mí. Vi tu bañera antes cuando estaba en el baño".

Demasiado sorprendido para formar palabras, Charlie sólo pudo asentir. Nunca nadie le había pedido quedarse, y menos para usar su bañera. Antes de que pudiera expresar su escepticismo, el hombre se movió y levantó a Charlie, llevándolo fácilmente al pequeño cuarto de baño.

"Presume". Murmuró, ganándose una risita.

Les preparó un baño y ambos se metieron dentro. No era una bañera grande y acabaron muy cerca, Charlie apoyado en el pecho del hombre. Debería haber sido extraño, pero de alguna manera se sentía bien. Estaban en silencio mientras se limpiaban, pero Charlie sabía que lo observaban, podía sentir los ojos en su espalda cuando se movía. Quiso taparse, pero se resistió. Al fin y al cabo era su casa, si al hombre no le gustaba su aspecto podía marcharse.