⚝ Capítulo 4: El cedro en la colina.

74 11 2
                                    


⋆ˊˎ ⚝ ˏˋ⋆

Nada más tocar tierra firme Lúa y yo bajamos a toda prisa del barco, Lúa mi peludo amigo realmente necesitaba liberarse en tierra firme. Cuando los asuntos de Lúa estuvieron resueltos volvimos a la plaza cerca del muelle en el que desembarcamos y buscamos con la mirada a los chicos, a la distancia divisé la cabellera rubia de Kurapika y al injustamente alto de Leorio mirando un gran mapa por lo que corrí hacia ellos, siendo seguida de cerca por Lúa.

—¡Helia!, ¿En dónde te habías metido? nada más tocar tierra firme desapareciste, estábamos preocupados por ti. Kurapika me sermoneo levemente mortificado por mi desaparición, él realmente se comporta como mi hermano mayor.

—¡Lo siento!, Lúa necesitaba desahogarse así que no tuve opción. Dije un tanto avergonzada. —La, la próxima vez en definitiva les avisaré cuando me adelante.

—¡Podrías habernos avisado esta vez mocoso!, pensamos que te habías marchado por tu cuenta. Dijo Leorio enfurruñado mientras atacaba mi cabeza con su puño frotador, ¿Cuándo se volvió tan confianzudo?.

—¡Yo nunca haría algo como eso! y ¡no soy un mocoso!. Dije molesta luchando contra su agarre.

—Además... Con un gran perro como ese por compañero, ¿Cómo demonios es siquiera posible que desaparezcan en el aire?. Preguntó Leorio sorprendido.

—¡Lúa no es un perro!, es un zorro lobo de crin. Respingué completamente indignada liberándome de su agarre y entrando en una competencia de miradas molestas con Leorio.

Kurapika solo se limito a ver la situación desde la distancia, era como el hermano mayor que ve a sus dos hermanos menores luchar por nada.

Al ver que Gon se acercaba a nosotros, Leorio dejó de molestarme y los cuatro nos dispusimos a examinar el mapa, mientras Gon nos contaba lo que el capitán le había dicho.

—¿Huh?... Eso es extraño.

—¿Por qué?. Preguntó Gon confundido.

—De acuerdo con el aviso que recibí, se supone que el examen está siendo llevado a cabo en alguna parte de ciudad Zaban. Apuntando al mapa que mirábamos Leorio señaló el lugar en el que estábamos y dijo que el árbol de las indicaciones del capitán estaba en la dirección opuesta a ciudad Zaban.

—¿Tal vez lo escuchaste mal?. Pregunto Kurapika para confirmar el relato de Gon.

—No, El capitán me dijo que me dirigiera hacia ese árbol de cedro.

—Ya veo.... Dijo Kurapika en tono pensativo.

—A mi me gusta la idea de ir al cedro, ¿Puedo ir contigo Gon?. Pregunté mientras imaginaba la sabrosa flora local y Lúa a mi lado dio un chillido de aprobación.

—Ujm, me gustaría seguir viajando junto a ti y junto a Lúa, por cierto Helia ¿Me dejarías montar a lomos de Lúa?. Pregunto Gon con el entusiasmo brillando en sus ojos.

—Ujm, por supuesto que puedes, He, he, esta travesía al cedro suena mas y mas divertida. Le dediqué a Gon una gran sonrisa cómplice y él me sonrió de vuelta.

—Mmm...Y este aviso no ayuda para nada, exactamente a dónde estamos destinados a ir en ciudad Zaban.

—Nuestra tarea es encontrar el sitio del examen, solo es otra prueba antes de que se nos permita tomar el examen de cazador. Dijo Kurapika Irónicamente.

—Por supuesto que ya lo sabía. Dijo Leorio tratando de aparentar que ya lo sabía. Leorio es un tipo molesto y divertido.

—De cualquier modo, iré a echar un vistazo, el capitán debió haber tenido algún motivo para sugerir que fuese hacia allá. Dijo Gon antes de darse la vuelta y dirigirse hacia el cedro. —¡Vamos, Helia!. Gon se giró y me hizo señas para que lo siguiese.

Cazar x ComerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora