"𝐸𝑙 𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑑𝑒 𝑎𝑚𝑎𝑟𝑡𝑒" Lando Norris.

Capítulo 3-

Dione Bennett

Al entrar pudimos encontrar a nuestro papá, que platicaba con un gran amigo nuestro.

Nos acercamos más que felices de verlos aquí.

-Hola pa'- llegó mi hermana saludando a papá en español.

Papá era ingles, pero haber estado casado con una Mexicana durante más de 22 años lo había hecho ya desorrollar un buen entendimiento y casi un buen habla del español.

De inmediato sentí como alguien abrazo mis pantorrillas, era Luca, mi hermanito.

Así, comenzamos a presentarnos frente a unas cuantas personas hasta que llegamos y saludamos a Carlos Slim Jr y su padre, unos muy buenos amigos de la familia por la cercanía que teníamos, conversando por el tiempo sin vernos.

Sin duda había hombres muy adinerados e importantes aquí.

Helmut Marko, Christian Horner y

¡Me voy a hacer pipí encima!

-¡Checo!- gritó mi hermana abriendo los ojos y la boca a la par.

Sin darle tiempo de reaccionar mi hermana se lanzó a sus sobre él dándole un abrazo. Tape mi boca queriendo reírme, y a pesar de la repentina acción, el mexicano correspondió rodeando sus hombros y espalda con una mano, y su cintura con la otra en un buen abrazo.

Sergio "Checo" Pérez era nuestro piloto favorito, un corredor Mexicano con un gran talento y un amor a sus orígenes y cultura que lo hacía adorado por muchos.

-¡Oh fuck! Lo siento- se arrepintió mi hermana tapando su boca con una mano.

-Tranquila, es un placer conocerlas, chicas- saludó hacia a mí con una linda sonrisa.

Me acerqué y al estirarle mi mano para estrecharla, él prefiero saludarme también con un fuerte y cálido abrazo.

Que chulo era.

-Ya puedo morir en paz- escupió mi hermana y todos reímos.

-Su padre me ha contado mucho de ustedes, Dione, Ciara-

¡Dijo mi nombre! ¡Dijo mi nombre!

-Es todo un sueño poder conocerte. Crecimos viendo tus carreras, celebrando tus triunfos y acompañándote en tus malas rachas- confesé tímida y me regaló una hermosa sonrisa llegando su mano izquierda a su pecho por encima de su corazón.

-Son muy lindas. Les agradezco infinitamente, personas así de leales y sinceras son las que llevo en el corazón y me impulsan a sacar lo mejor de mí- contestó y veía a mi hermana casi llorar.

Era muy importante para ella estar aquí, y tener de cerca ese deporte que siempre estuvo en su vida.

-Benjamin me dijo que eran también de Jalisco, ¿Cierto?- pregunta y mi hermana asiente feliz.

Ciara no hablaba mucho, parecía estar en shock.

-¿No hablas, Ciara?- preguntó y mi hermana abría la boca pero no salían palabras de ella, solo un balbuceo.

-Estaba esperando a que sonara mi alarma o algo- habló refiriéndose a qué pensaba que esto era literalmente un sueño, todos soltamos una corta carcajada.

-Pero sí, también de Guadalajara- respondí y nos miró contento.

-En ese entonces deberíamos de ir por unos tacos- nos dijo en español y reímos.

-Un elotito- aseguró mi hermana mordiéndose el labio inferior y cerrando sus ojos.

Todos reímos.