★Pietro Maggi

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No me puedo creer que Pietro se haya tomado tan en serio el pacto de la playa. Me ha acompañado hasta casa al salir del colegio y durante todo el camino ha estado hablando acerca del Instituto que elegiremos y la media que necesitamos para entrar, mátame camión.

Escuché el otro día a Giulio y a Mónica hablar sobre el pacto, por lo visto, a Mónica le parece una tontería, quiere estudiar literatura, y Giulio quiere hacer informática, tantos videojuegos le han afectado. Vamos, que a los dos se la sudan las ciencias. A mi no se me dan especialmente bien, pero haré el esfuerzo, por Pietro y los demás.


-Te prometo que el profesor de inglés me tiene manía.

- Lu, dices eso de todos los profesores.

-¡Mira quien habla!

Pietro se rió y me sonrió.

-Vamos, sube a la bici, te llevo.

Le puse mala cara, como insista más le pincho las ruedas.

-¿Prefieres llevarla tú?

-Ja, ja, que gracioso. No es mi culpa no saber montar en bici.

No quería discutir, así que me subí de mala gana.

-Yo siempre te digo que no tengo problema en enseñarte, pero nunca quieres.

- No necesito aprender, contigo como mi chofer personal ya voy bien.

Me encanta estar con Pietro, me hace sentir agusto, solo que a veces tanto tiempo juntos me agobia un poco.
No me parece bien que Livia pase tanto de nosotros, pero es verdad que estar todo el raro con las mismas personas aburre un poco.


Queda poco para Navidad, Pietro ha propuesto hacer una fiesta en su casa, y la verdad que no me parece mala idea.

Veo por los pasillos a Mónica y Giulio cuchicheando otra vez, estos ocultan algo.

-¿De qué habláis, tortolitos?

- ¡De nada! -Giulio se guarda algo en el bolsillo rápidamente.

-Tío, mientes fatal.

-A ver... Lucía, a ti no te parece que... ¿que lo del pacto ese es un poco sin sentido?

- No lo sé,- me encojo de hombros- las ideas de Pietro.

-Ya, pero, no estudiar lo que queramos solo por estar todos juntos es un poco infantil.

-Yo que sé, Mónica.

La verdad es que puede que tengan algo de razón.

-¿Es en serio que quieres estudiar ciencias? ¡Si tu pasión es Bellas Artes!

-Pero el arte no me dará de comer.

-¡Vamos!, si Giulio quiere hacer videojuegos, ¡tu puedes hacer lo que sea!

-¡Oye!

Bellas Artes, no lo había pensado. Me gusta dibujar, y se me da bien, pero siendo realistas, no tiene mucho futuro, ¿no?

-Entonces, tú quieres hacer literatura y Giulio informática, ¿no?

-¿Cómo sabes eso? -Dijo Giulio mientras sacaba el folleto que había escondido antes.

-Os escuché hablarlo el otro día en clase.

-No se lo habrás dicho a Pietro, ¿no?

-No, no tengo porqué contárselo todo.


Ojalá no hubiera hablado con Mónica y Giulio, llevo toda la semana pensando en el Instituto. Es un acontecimiento importante, ¿no? Yo no quiero dedicarme a algo relacionado con las ciencias, sé que hay muchas especialidades, pero, creo que realmente quiero pintar. De todas formas, quien no arriesga no gana.

-Aquí estás- Dijo Pietro rodeándome con su brazo y dándome un beso en la mejilla. -¿Pasa algo?

¿Tan mala cara tengo?

-Que va, solo estoy cansada.

-Llevas toda la semana así, ¿es por la regla?

-¡No capullo!

Al menos estar con Pietro me animaba.


Había llegado navidad, y la verdad que nos lo estabamos paseando genial. La idea del amigo invisible había gustado bastante, aunque a mi me regalaron un spray antimosquitos, quién si no, Sylverio, al menos tenía la intención. Pietro nos regaló a todos unas bolas de navidad con nuestras caras, y nos acercamos de uno a uno al árbol para colgarlas.

Me acerqué cuando llegó mi turno.

Deseo... deseo estar siempre con todos mis amigos.
No, no es verdad, deseo estudiar Bellas Artes.

No me atreví a decirlo en voz alta. Pero parece que Giulio pensaba como yo, ya que cuando fue su turno, dijo en voz alta que quería estudiar informática, y Mónica, Livia y Daniele le apoyaron. Me miraron esperando lo mismo, pero no me atreví. Sabía que Pietro se sentía muy traicionado. Total, que se pelearon y echó a todos de la casa, así que aquí estamos los dos, en el sofá.

-Pietro, no pasa nada. Era una idea un poco imposible.

-Pero hicimos el pacto de la playa.

-Ya lo sé, pero no es tan fácil.

Lo abracé como pude y él se dejó.

-Al menos nosotros seguimos igual.

Me dió un golpe bajo, no esperaba tener que confesar tan pronto.

-Pietro, yo... -Él se giró para poder mirarme a los ojos- Yo quiero estudiar Bellas Artes.

-¿Cómo? -Su cara cambió drásticamente.

-Pues eso, quiero pintar, no estudiar ciencias.

-Osea que estás de su bando.

-No hay ningún bando, Pie.

-¿Lo sabias de antes? ¿Y no me lo dijiste?

-¡Vamos, no tengo porqué contartelo todo!

-Pero se supone que una relación se basa en la confianza, yo si que te cuento todo.

Puede que tuviera razón, pero si algo teniamos en común es que ambos éramos muy cabezotas.

-¿Pues sabes qué? Igual estoy harta de tanta confianza.

-Igual yo también lo estoy.

-¿Y qué quieres decir tú con eso, eh?

-Pues que, si no confias lo suficiente en mí, igual deberíamos dejarlo. Además, si vamos a ir a Institutos distintos, apenas tendríamos tiempo para estar juntos.

No me lo creo, ¿me está dejando?

-Vale, pues genial.- Dije sarcástica.

-Pues vale.

-Sabes Pietro, vete a la mierda.

Salí se su casa sin cerrar la puerta. Nos habíamos pasado, aunque siempre nos peleábamos de esta forma, luego nos reconciliabamos y todo era perfecto. Pero ya me he cansado, Livia ya me había advertido, somos tan parecidos en lo malo y tan diferentes en lo bueno, que esto no podía salir bien.

atte: attoomic

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⏰ Última actualización: Oct 09 ⏰

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