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CAPITULO 10.

La barrera se rompió y Erika salió corriendo a donde estaba Nova, pero al llegar solo pudo ver un macabro espectáculo ya que el campamento estaba cubierto de sangre con cuerpos desgarrados y entrañas por todos lados, en el aire se podía sentir una sed de sangre impresionante, pero un grito la saco del trance en el que estaba y salió corriendo a donde se escuchaban los gritos desesperados de los mercenarios, al llegar se quedó sorprendida al ver a Nova, ya que él estaba rodeado por un extraño brillo plateado con destellos negros, su cabello parecía una larga melena de león, sus uñas parecían garras y sus colmillos habían crecido mucho pero lo que más la sorprendió era que sus ojos eran negros con el cristalino plateado con la pupila roja como de un reptil, este estaba caminando hacia donde estaba uno de los cuatro sobrevivientes, pero lo aterrador del asunto era que ellos ya no tenían algunas extremidades y aun así Nova parecía estar dispuesto a matarlos.

- Aléjate monstruo, ya acabaste con todos que más quieres- grito el líder desesperado.

- Tu vida y la de estos malditos que estaban a punto de abusar de ellas y matarlas después de hacerlo- respondió con una voz diabólica.

Los renegados estaban muertos de miedo ya que Nova estaba cubierto con los restos de sus víctimas y sus garras estaban cubiertas de sangre ya que él no había utilizado ninguna técnica para masacrarlos, el peli negro los había asesinado solo con sus garras y sus ojos le daban la apariencia de un demonio ya que nunca habían visto algo así, Nova se acercó caminando con el porte de un depredador y levanto del cuello a uno de ellos con su mano izquierda y con la derecha le arranco el brazo izquierdo con un solo movimiento ocasionando que el pobre diablo soltara un grito desgarrador.

- Si vas a matarlo hazlo de una vez, que ganas con torturarnos de esta forma- grito desesperado el líder.

El peli negro solo los observo con una gran sonrisa.

- Risa maniática- yo me encargare de que sientan el dolor de todas las personas a las que han matado, hare que sientan el infierno en vida y gracias a las heridas que tienen no tendrán más opción que esperar su muerte- respondió fríamente.

Erika no podía creer que Nova se comportara de esa forma, ya que a pesar de cómo había masacrado a Ne Nova jamás se mostró de esta manera, pero estaba tan impactada que solo podía quedarse observando la masacre, Nova volvió a poner su atención en el hombre que tenía sujeto del cuello, este estaba pálido ya que la extrema pérdida de sangre le estaba pasando factura, pero antes de que perdiera la sensibilidad Nova le enterró sus garras en el estómago sacándole los intestinos junto a otro desgarrador grito, Erika por fin se pudo mover pero Mayu la abrazo por la espalda.

- No lo hagas, sé que él no te haría daño, pero no quiero que él se sienta culpable si algo te pasa- afirmo seria.

- Realmente él es muy parecido a nosotras Mayu, dime la verdad quien es el- pregunto intrigada la kitsune.

- Eso lo sabrás cuando todo termine, pero antes de eso por favor podrías traer a Tsunade ella también tiene derecho a saber- pidió con una voz triste.

- Esta bien le pediré a DREIKAR que la traiga- respondió seria.

Y Tsunade apareció junto al zorro que al ver la carnicería solo pudo esbozar una gran sonrisa.

- Realmente el mocoso no ha perdido su toque, sigue siendo un maestro en la tortura y el derramamiento estilizado de sangre- afirmo orgulloso.

Tanto Erika como Tsunade se le quedaron viendo serias.

- O vamos, ustedes ya sospechaban que esto era lo que escondía, así que no me vengan con esas miradas de reproche- se quejó molesto.

Pero otro grito capto su atención, Nova tenía su pie derecho sobre las costillas de otro de los mercenarios ocasionando que su caja torácica fuera destrozada logrando que se escuchara como se rompía cada hueso, pero el pelinegro calculo la presión para no matarlo, después lo levanto sujetándolo de la cabeza y comenzó a apretarla fuertemente hasta aplastársela ocasionando una serie de gritos desgarradores, los dos mercenarios que quedaban estaban a punto de morir de un infarto, por otro lado Tsunade se encontraba con una expresión seria pero a diferencia de Erika ella no tenía la intención de detenerlo.

El Zorro y el Lobo el legado de NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora