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CAPITULO 11.

Después de terminar el papeleo que ocasionaron los destrozos de Naruto y compañía, Nova los cito a todos en la oficina de Yagura excepto a los condenados a muerte ya que estos no tenían ni voz ni voto.

- Los he reunido para ver que haremos con lo referente a levantar Uzu, ya que las 5 naciones shinobi estarán muy ocupadas con los problemas que causara Akatsuki y también por el hecho de que nos estarán buscando, por lo que tenemos que decidir en donde residiremos- comento serio el peli negro.

- Pero niisan pensé que nos quedaríamos más tiempo en Kiri- comento un desconcertado rubio.

- Es verdad oniisan yo no me quiero ir- pidió una tierna Akemi.

- Veras ottoto lo que pasa es que han llegado a un nivel muy superior al que pensé que tendrían, es por eso que Kiri no podrá soportar nuestros entrenamientos ni sus riñas infantiles- afirmo viendo a Yugao y Mei.

- Es verdad que el tamaño de la aldea no nos ayuda, pero no crees que sería muy arriesgado irnos a la isla donde estuvo Uzu- comento una seria Mikoto.

- También lo he estado pensando Mikoto, pero la verdad si esto sigue así terminaremos por destruir Kiri, ya que cuando Naruto pueda hacer el contrato con Reika este tendrá un poder muy grande y ni el campo de entrenamiento de Yagura será suficiente para contenerlo- respondió serio.

- Entonces piensas llevarte a los sobrevivientes del clan Uzumaki contigo- pregunto un curioso Yagura.

- Claro que no, ellos ya tienen su vida hecha en Kiri, además de que sería ponerlos en riesgo innecesariamente, ya que lo más seguro es que al final terminen atacando el lugar en donde decidamos vivir- respondió preocupado.

- Valla gaki no recuerdo que de niño fueras tan considerado con la gente, realmente esas dos te han cambiado mucho- reclamo seria Nina.

- Suspirando- ya lo vez sensei al final todos terminamos cambiando un poco nuestra forma de ser, además de que necesito tu ayuda para poder despertar el mokuton de Tsu chan y el mangekio sharingan de los miembros del clan Uchiha- respondió serio el peli negro.

Tanto Tsunade como Erika estaban pálidas por la sorpresa, ya que si ellas habían entendido bien Nina era la subordinada que dejo su padre para que se hiciera cargo de él cuando era niño.

- Así que al fin decidiste intervenir Nina- comento Yagura sorprendido.

- No tengo otra opción, ya que a pesar de que Nova es tan poderoso como Madara, él no puede hacerse cargo de todo, así que tendrás que encargarte solo de la aldea de hoy en adelante- respondió seria.

- No te preocupes por eso, ya bastante has hecho por mí y por mi aldea- respondió con una sonrisa.

- Así que esta es la misión por la que tuviste que irte, realmente es algo muy irónico- comento el pelinegro sarcásticamente.

Nina se acercó a Nova y le dio un golpe en la cabeza y después lo abrazo.

- También te extrañe, pero tu padre no pudo ignorar el hecho de que en estas tierras existiera alguien que pudiera poner bajo su control a espíritus como Reika, es por eso que me mando para evaluar la situación y de ser necesario traerte para que te encargaras de todo, pero gracias a que decidiste quedarte con Mayu en ese sello yo tuve que hacerme cargo de que Madara no consiguiera derrotar a Hashirama ya que si lo hacía hubiera sido muy peligroso- respondió con tristeza.

- Tranquila, no fue tan malo, gracias a eso pude conocerlas a ellas y al final pudimos reunirnos otra vez, y por lo que veo tu evitaste que Madara pudiera controlar a Yagura verdad- afirmo divertido.

El Zorro y el Lobo el legado de NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora