O15.

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La jornada escolar finalizó y todo el grupo de Rei se encontraba afuera esperando por la chica.

—¿Dónde mierda se metió? Pensé que había bajado con nosotras.

—¿Tal vez fue al baño?

—¡Chicas! —la supuesta perdida bajó las escaleras, tropezando en el último escalón, Gaeul carcajeó y ella se volvió a enderezar, sin tomarle importancia—. ¡Invité a Jiwon a tomar helado con nosotras! —se veía demasiado animosa saltando de lado a lado.

Las muchachas tenían una tradición de ir a la misma heladería algún lunes del mes. Decidieron que hoy sería buena idea pensando que acababan de iniciar las clases y así se daban un gustito por el 'mal rato de volver a aquel infierno", como Gaeul decía.

—¿Y dónde está? —preguntó la más alta, observando alrededor.

La cara de la pelirosada se descompuso unos segundos.

—¡Mierda, Jiwon! —Naoi volteó con rapidez, corriendo por las escaleras.

La emoción de tener a la chica cada vez más cerca hizo que se le olvidara que tenía que ir a buscarla. Rei le había dicho que la esperara en la cancha de la escuela y que así aprovecharía de mostrarle un poco el lugar antes de salir.

Liz se impresionó por lo rápido que Rei era para formar relaciones, pero no en el sentido negativo, no sentía que la pelirosada fuera intensa o algo por el estilo, y por eso, aunque socializar le agobiaba la mayoría de veces, le estaba comenzando a tomar gusto a esta nueva japonesa que le trataba lindo, como si fueran amigas de toda la vida.

—¡Jiwon, lo lamento tanto!

La niña estaba sentada en uno de los escalones con la mirada ida, sus pies se balanceaban y parecía aburrida.

Se giró hacia ella con una pequeña sonrisa, Rei lucía tan preocupada que no pudo evitar pensar en que era muy tierna.

—¡Lo siento mucho, mucho, mucho! —se acercó a la coreana, tomando sus manos inconscientemente mientras seguía disculpándose con lástima—. Salí corriendo porque quería darles la noticia a las chicas de que-

Calló sus palabras, dándose cuenta que casi se delata. Jiwon, frente a sus ojos observó sus manos unidas con timidez.

Naoi las separó de inmediato, riendo un poco.

—Ah... —suspiró enamorada—. En fin, ¿aún quieres ir, verdad? —cuestionó con puchero.

¡Igual a un cachorrito!

Jiwon ladeó la cabeza, sonriendo.

¡Igual a un gatito!

Estaban conectadas sin siquiera darse cuenta.

—Sí, sí quiero.

—¡Idiota, eso es mío! —una enojada Gaeul le pegó un manotazo en el brazo a su novia, quien segundos atrás le había robado una cucharada de su helado

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—¡Idiota, eso es mío! —una enojada Gaeul le pegó un manotazo en el brazo a su novia, quien segundos atrás le había robado una cucharada de su helado.

poto + luna = liz   ౨ৎ   𝗹𝗶𝘇𝗿𝗲𝗶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora