El llanto de un bebe se escuchó por toda la habitación, el rostro cansado de su madre intento suavizarse después del laborioso parto, las parteras en la habitación sujetaron a la criatura para limpiarlo y hacerles los respectivos chequeos, pero la mirada anonadada de una de ellas alerto a la madre quien empezó a entrar en pánico.
—¡¿Que...?, ¡¿Qué pasa?, ¡¿Que le paso a mi niña?!— la madre puso una expresión de puro terror, las parteras intentaron calmarla, evitar que se parara; su expresión era más que miedo que de preocupación.
En todo el escándalo, la puerta de la habitación se abrió de un portazo silenciando la habitación, era el rey, el padre de la criatura que acababa de nacer. Con pasos lentos y expresión seria se acercó a la mujer que sostenía al bebe y se lo arrebato de las manos, sujetándola entre sus manos su expresión seria cambio a una de preocupación mezclada con terror.
—E-es...—no pudo terminar de hablar cuando una de las parteras intento salir de la habitación, le entrego la criatura a otra partera y detuvo a la mujer que intentaba huir de la habitación, agarrándola del brazo y lanzándola para atrás, provocando que caiga al suelo de manera abrupta—¡¡NADIE SALE DE AQUÍ!!— exclamo para salir de la habitación, echándole seguro desde afuera.
La habitación quedo en silencio por un momento, para que luego las mujeres empezaran entrar en pánico, exclamando que todas ahí estarían muertas para mañana. La mujer que acababa de dar a luz no entendía nada, no sabía por qué el pánico se hizo presente, ella solo pensaba en él bebe que acababa de salir de ella, en su pequeña niña que salvaría a su reino.
—¡¿Dónde está?!, ¡¿Mi bebe?!!, — se sentó como pudo en la cama y busco con la mirada a la partera que tenía en sus brazos al bebe—DAMELA!!— extendió sus brazos.
La partera sin saber qué hacer en la situación y empezando a sumergirse en el mismo pánico, le cedió él bebe a la mujer mientras que buscaba una manera de huir de ahí.
—Oh, mi linda niña— se le suavizo la expresión al ver la cara de su bebe, con unos rasgos tan femeninos parecidos a los de ella— que paso?, porque papá se fue así?— siguió hablando con la bebe mientras poco a poco la iba descubriendo más— Si después de todo, tu salvaras a nuestro reino, mi linda niñ- — Se quedó con la palabra en la garganta, completamente quieta, dejando caer a la criatura en la cama, provocando su llanto; pero la mujer seguía sin reaccionar, y como hacer si después de descubrirla por completo se dio cuenta que la criatura que salió de ella no era una niña como se lo habían echo creer, si no que era un niño.
Lejos de esa habitación, en otro cuarto, el Rey empezó a destrozar cosas, lanzándolas por todos lados, en una ira intensa, todo estaba perdido.
—LOS QUIERO MUERTO! — fue lo que grito para que sus guardias personales salieran a la casa de esa persona a cumplir la orden del rey.
Tiempodespués se hizo noticia en todo el reino la desaparición misteriosa de variasparteras, aunque nadie le presto necesaria atención, no ante la otra noticia,"El nacimiento de la princesa que los sacaría de la pobreza".
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