02

65 2 0
                                    

22 de febrero, 2022Monte Carlo, Monaco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

22 de febrero, 2022
Monte Carlo, Monaco.

George Russell's POV
Tal parecía que este lugar seguía manteniendo la la misma esencia desde la ultima vez que estuve aquí, o que al menos mi corazón lo estuvo, pues a pesar de ser un lugar aclamado por los pilotos no solo para vacacionar había tomado la decisión de alejarme casi en su totalidad de el después de aquella noche en donde pude llamarla totalmente mía por ultima vez, quizás alejarme de esa manera no era la opción mas adecuada pero parecía ser la mas sencilla en ese momento, me fui sin medir el daño que no solo le causaría a ella, sino el también me causaría a mi el cual no se apago una vez que me entere que estaba saliendo con un piloto de IndyCar. Pero al estar aquí tal vez ya no buscaba una nueva oportunidad de estar junto a ella, junto a mi Lia, sino simplemente estar un poco mas cerca de la paz que siempre significo estar juntos, estar cerca de los recuerdo que en algunos momento formamos en las calles nocturnas de la cuidad, aquellas de las que estoy seguro escucharon su llanto aquella noche en que nuestras vidas se separaban y dejaban en su camino a dos corazones rotos, pero ella ya estaba mejor, quizás eso era una simple señal del universo para que de mi mente se alejaran esos pensamiento de querer estar aun junto a ella, pues sabia que aquel mexicano que ahora compartía su vida con ella le daba algo que para mi parecía ser algo complicado, decirle al mundo que estaba conmigo.

Estar con Lando ayudaba momentáneamente a alejar aquellos pensamientos de mi, pues era el carisma de mi compatriota lo que parecía la mejor distracción a seguir sufriendo por algo que yo mismo cause, aunque debía comenzar a replantear el estar de fiesta tan seguido junto a el tomando en cuenta que el inicio de la temporada estaba a solo un mes de distancia, y esta era la oportunidad de demostrarle a todos, y especialmente a mi que era merecedor de uno de los asientos de aquella tan histórica e imponente escudería.

-George, voy a salir- El grito de Lando interrumpió el momento en que mi mente vagaba mientras aparentaba ver las noticas en el sofá del departamento del menos- Nos vemos mas tarde bro, si vas a salir no olvides las llaves, no creo llegar hasta tarde.- Termino su aviso al tiempo que andaba hacia la salida de su hogar después de solo mover su mano en señal de despedida.

Una vez envuelto nuevamente en soledad, tal como me encontraba en Londres antes de tomar la decisión de volar hasta acá, se veía como una mejor ideal el seguir los consejos de Lando y salir a dar una vuelta por el lugar que ya conocía bien, pero que nunca estaba de mas explorar, por lo que únicamente me dirigí a la habitación que me había asignado el menor para complementar mi ropa con un poco de perfume, para así solo tomar las llaves y mi celular para dirigirme a alguna cafetería del principado con la esperanza de que alguno de los pilotos que estaban aquí tomara el mando de salir a algunos lugar a simplemente pasar el rato.

Ya dentro de una de las varias cafeterías que se encontraban en la zona, y con mi orden lista frente a mi opte por despejar un poco mi mente sentándome en una de las mesas mas alejadas de donde parecía estar el tumulto de gente que entraba y salía con cafés en mano, pues quería pasar algo desaparecido, lo que parecía sencillo tomando en cuenta que para los locales ya no era novedad alguna ver un par de pilotos de la máxima categoría vivir su vida en el mismo lugar. Pero al escuchar la campana de la puerta que señalaba que alguien nuevo había entrado pude verla, mi cerebro parecía indagar en la idea de si solo era una ilusión desesperada o si en verdad era ella quien estaba ahí parada, estaba sola, bueno, únicamente acompañada de varias bolsas que parecían ser de los comercios cercanos a la zona, una parte de mi quería levantarse y plantar un beso en sus labios, aquel que la noche del sábado me había prohibido a mi mismo dárselo a pesar de que el alcohol corriendo por mi sistema rogara que se lo diera, pero debía seguir suprimiendo mis deseos y únicamente quedarme con la esperanza de estar junto a ella tal como lo aparentábamos estar en los circuitos, como amigos, como un simple par de amigos que se encontraba de manera ocasional en el paddock.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 11 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝑭𝒆𝒓𝒓𝒂𝒓𝒊 𝑮𝒊𝒓𝒍 | George RussellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora