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19 de febrero, 2022Monte Carlo, Monaco

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19 de febrero, 2022
Monte Carlo, Monaco.

Los días en Mónaco solian ser  siempre especiales, pues el principado cuenta con aquel encanto te atrapa desde el primer instante en que llegas a el, pero especialmente eran sus noches las que tenían la cualidad de no ser ninguna igual a la anterior, cosa que al parecer todo el mundo parecía saber y especialmente encantarle, pues aquel gran mar azulado acompañado de aquellas embarcaciones que recorrían sus mares cada día, las estrellas que brillaban por encima de sus calles en las noches iluminando sus caminos , las discotecas y casinos llenos de personas que buscaban saciar algunos de sus momentaneos deseos y placeres, eran el lugar de muchos de los secretos de medianoche que escondía cada alma en el lugar.

Lia Leclerc no era la excepción, pues específicamente esas calles eran su gran escenario cada noche, debido a que siempre eran noches de diversión, música y alcohol cuando se encontraba con sus amigos en las mejores discotecas de la ciudad, claro, solamente cuando estos no se encontraban en algún Gran Prix, pues tenían la peculiaridad de ser los pilotos más codiciados de la Fórmula 1, y varios de estos los más atractivos a ojos de muchas personas, incluyendo los de la chica, claro que sin dejar a varios de los ingenieros y demás miembros que conformaban aquellas ya reconocidas escuderías que caracterizaban al deporte, razón por la cual lograba aparecer en compañía de estos en varios titulares de la prensa deportiva y de aquella no tan apegada al deporte a la mañana siguiente de sus encuentros en donde además de encontarse relatos de sus vidas dentro y fuera de los circuitos, se hallaban también los de aquellas noches que solían ser borrosas para la gran mayoría de los asistentes, en especial de sus pilotos, como solía llamarlos continuamente; aunque no era una novedad para nadie que el corazón de la monegasca estaba casado con la escudería italiana, Ferrari, debido a la cercanía que su familia tenía con esta desde hacía varios años atrás y sabían el significado que tenía para algunas de las personas que más amaba, paricularmente uno de sus hermanos mayores, pero aun así ella estaba dispuesta a que un piloto de IndyCar dejara que McLaren robe un poco del espacio que ocupaba la escudería italiana que había marcado gran parte de su vida entre circuitos; pero lo que solo ella y las estrellas que brillaban sobre esa ciudad que la vio crecer eran capaces de conocer, era aquel amor fugaz que la monegasca había pasado algunas temporadas atrás en compañía de un (ahora ex) piloto de Williams, pues en el fondo Lia sabía que una parte de su corazón siempre le pertenecería al piloto inglés pero en su mente parecía más sencillo estar lejos de él, lejos e la gran tormenta que significaba para ella estar con George Russell.

Lía Leclerc's POV

Sería algo descortés de mi parte si no me presento ante ustedes antes de comenzar la noche; mi nombre es Lia Isabella Leclerc, pero prefiero que me digan Lia, tengo 22 años, y antes de que se lo pregunten, soy la hermana del piloto de Fórmula 1, Charles Leclerc, aunque también tengo dos hermanos más, Arthur y Lorenzo, el primero de estos un aspirante a pronto debutar en F2, y el mayor de nosotros, Lorenzo, quien desde joven había tomo la decisión de dirigir su vida a los negocios fuera de deporte de motor; y aunque les tengo un amor infinito a los tres, creo que todos saben que tengo una relación un poco más cercana con el mediano de los varones; estar junto a Charles significó gran parte de infancia, pues no solo era por la  oportunidad de crecer entre karts, aunque esta parte era la más divertida para mí, debido a que siempre solía ser la porrista personal de mi hermano en cada una de sus carreras y me emocionaba poder festejar sus triunfos en cada ocasión, aunque también cumplía mi papel al estar junto a él después de en mala carrera, cosa que este me agradecía llevándome por un helado junto a Lorenzo, Arthur y nuestros padres; pero al estar siempre entre circuitos y neumáticos acompañando a il predestinado, como solían llamarlo una vez que empezó a destacar en el deporte, también logré hacer bastantes amigos, en especial varios de sus compañeros de karting como lo fue Max Verstappen y Pierre Gasly, pero fue este último en compañía de Anthoine Hubert quienes se convirtieron en mis mejores amigos, al igual que de mi hermano, después de que fueran los franceses quienes se encargaban de siempre incluirme en los planes que entre ellos realizaban, aunque algunos se opusieran a la idea de que la hermana pequeña de uno de ellos estuviera presente en algunos de sus festejos post carrera.

𝑭𝒆𝒓𝒓𝒂𝒓𝒊 𝑮𝒊𝒓𝒍 | George RussellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora