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Los días siguientes a la cita acordada pasaron lentamente, cada uno más tenso que el anterior. Naira no podía dejar de pensar en lo que había decidido. Una cita. Solo eso, o al menos eso le decía a sí misma. Sin embargo, la idea de Iván, de ese hombre cuyo mundo parecía ser tan opuesto al suyo, se infiltraba en su mente de maneras que no podía controlar.

El día de la cita finalmente llegó, y Naira se encontraba frente al espejo de su habitación, observando la figura que reflejaba. Se había arreglado más de lo habitual, aunque aún sentía una extraña incomodidad con la idea de parecer vulnerable. El vestido negro que había elegido parecía ajustarse a su cuerpo con una perfección que no le gustaba. Era demasiado elegante, demasiado... seductor. Pero no podía negar que le gustaba cómo se veía, como si pudiera dejar de lado un poco el peso del mundo, al menos por una noche.

La cita era en un restaurante elegante, uno de esos lugares que ella nunca habría considerado visitar por su cuenta. Cuando entró, Iván ya estaba allí, recargado en una de las sillas, con su imponente presencia que parecía llenar la habitación. Él la miró y, por un segundo, se permitió sonreírle, una sonrisa que era más cálida que cualquier otra que había mostrado antes. Era una sonrisa que la invitaba a acercarse, que la hacía sentir que estaba justo donde debía estar, aunque la parte lógica de su cerebro le gritaba que no debía estar allí.

━━Te ves increíble ━dijo Iván, levantándose para darle un beso en la mejilla.

━━Gracias ━respondió Naira, sorprendida por la sinceridad en su tono. El simple gesto de su cercanía hizo que una oleada de nervios se apoderara de ella, pero trató de mantenerse firme. No debía perder el control. No podía dejarse envolver por su presencia como lo había hecho con sus mensajes.

Se sentaron a la mesa, y la conversación comenzó de manera ligera. Hablaron del clima, de trivialidades que cualquier desconocido podría compartir. Pero a medida que pasaba el tiempo, las palabras de Iván se volvían más personales, más persuasivas.

━━¿Sabes? He estado pensando mucho en ti, Nana ━dijo Iván, jugando con su copa de vino━. Y no me malinterpretes, no se trata de una simple atracción. Hay algo en ti que me... fascina. Como si fueras un misterio que quiero resolver.

Naira desvió la mirada, sintiendo un nudo en el estómago. No sabía si quería escuchar más o si preferiría que la cena terminara de inmediato. ━━No soy un misterio━ respondió con firmeza, intentando mantener la conversación en terreno seguro━. Solo soy una mujer que está intentando sobrevivir, Iván.

━━Eso es lo que te hace fascinante ━dijo él, acercándose un poco más━. La forma en que luchas. La forma en que mantienes tus guardias altas, a pesar de todo. Eso me atrae.

Naira sintió un estremecimiento recorrer su cuerpo. Su primer impulso fue alejarse, levantarse de la mesa y salir corriendo. Pero algo en sus palabras la detuvo. Era la misma sensación que había tenido cuando lo vio por primera vez: una mezcla de temor y fascinación. ¿Qué pasaba con ella? ¿Cómo podía alguien como él, un hombre con tanta oscuridad a su alrededor, tener tal influencia sobre ella?

━━¿Y qué esperas de mí, Iván? ━preguntó, mirando directamente a sus ojos━. ¿Esperas que me rinda, que me convierta en uno de tus logros?

Él sonrió, un destello de algo peligroso brillando en su mirada. ━━No, no quiero que te rindas. Solo quiero que me des una oportunidad para mostrarte lo que podría ser. No te estoy pidiendo nada grande, Nana, solo un poco de tiempo. Un poco de confianza.

Naira lo observó detenidamente, su mente trabajando a toda velocidad. Sabía que esta era una decisión que podría cambiar su vida de muchas maneras. Pero también sabía que estaba cansada, cansada de la rutina, de la lucha constante. Y había algo en Iván, en su promesa de darle un respiro, que le ofrecía algo tentador, algo que no podía ignorar.

━━Tal vez te esté engañando ━dijo Iván, inclinándose hacia ella━. Pero creo que vale la pena arriesgarse, Nana. A veces, el riesgo es lo único que nos hace sentir vivos.

Esas palabras, tan simples, resonaron en su mente. El riesgo. Naira había vivido con miedo durante tanto tiempo, enfrentando la enfermedad de su padre, las deudas que la asfixiaban, la sensación de estar atrapada en un ciclo sin fin. Y ahora, Iván le ofrecía algo diferente. Algo que, aunque peligroso, la hacía sentir que, tal vez, había una forma de escapar.

━━Está bien ━dijo finalmente, su voz apenas un susurro━. Te daré una oportunidad. Pero no espero que esto se convierta en algo más de lo que ya es.

Iván la miró, una sonrisa satisfecha curvando sus labios. ━━Eso es todo lo que necesito, Nana. Una oportunidad.

Esa noche, Naira se sintió como si hubiera cruzado una línea invisible, una línea que ya no podía deshacer. Pero mientras sus ojos se encontraban con los de Iván, una parte de ella, quizás la más atrevida, se preguntaba si eso era lo que realmente quería. Quizás, solo quizás, estaba lista para jugar ese juego, aunque sabía que podría perder.

Cuando la noche terminó, Iván la acompañó hasta su coche. Antes de que Naira pudiera decir algo más, él la detuvo con un gesto, tomando su mano con firmeza. ━━No te preocupes, Nana ━dijo con voz grave━ .Solo quiero que sepas que, pase lo que pase, estaré aquí.

Naira asintió, sintiendo el peso de sus palabras, aunque algo en su interior le decía que estaba tomando un camino del que no podría regresar. Pero, por una vez, se permitió sentir que tal vez la aventura, el peligro y la incertidumbre, eran lo que más necesitaba.

Y así, al despedirse de Iván, sintió el escalofrío de lo desconocido recorrer su cuerpo. Pero también, por primera vez en mucho tiempo, una chispa de esperanza.

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ALL NIGHT - Spreen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora