4

39 11 0
                                    

🖤

Mientras Naira comenzaba a abrirse a la idea de la constante presencia de Iván, él regresaba a un mundo muy diferente al que ella conocía. En un oscuro y sórdido almacén de un conocido club nocturno del que el pelinegro era dueño, los ecos de susurros y gritos de angustia llenaban el aire. Spreen, el temido mafioso conocido por su implacabilidad, estaba en medio de un interrogatorio.

Con su mirada fría y calculadora, Iván, conocido en la mafia como Spreen, observaba a su prisionero. Era un hombre que había traicionado a su organización, y la traición nunca quedaba sin castigo. Mientras el traidor, con la cabeza gacha y los ojos llenos de miedo, intentaba suplicar por su vida, Iván se acercó, su figura alta e imponente proyectando una sombra amenazante.

━━¿Sabes lo que haces al traicionar a la familia, verdad? ━dijo Iván, su voz baja pero llena de una ira controlada━. Tu error fue pensar que podrías salirte con la tuya. Aquí no hay perdón.

El prisionero, temblando, murmuró algo inaudible, pero Iván no estaba interesado en excusas. Lo que necesitaba era información. La tortura era un arte, y él lo dominaba. Cuando comenzó a aplicar presión, el hombre gritó de dolor. Cada grito resonaba en la sala, y la atmósfera se tornó oscura y tensa.

Mientras avanzaba el interrogatorio, Iván sintió su mente divagar, recordando a Naira y su sonrisa tímida. La imagen de ella era un faro en la oscuridad de su vida, un recordatorio de que había algo más allá de la violencia y el caos. La atracción que sentía por ella era innegable y, aunque sabía que el peligro que la rodeaba era inmenso, no podía evitar la necesidad de acercarse más a ella.

Justo cuando estaba a punto de intensificar el dolor infligido al traidor, su teléfono vibró en el bolsillo de su chaqueta. Era un mensaje de Naira. Su corazón dio un vuelvo al leer sus palabras: 

>>Hola, Iván. Solo quería saber si estás bien. Espero que tu día haya ido bien.

Una mezcla de sorpresa y alegría recorrió su ser. En medio de la brutalidad, el simple mensaje de Naira le trajo una calma momentánea. Decidió contestar, un acto casi rebelde en su entorno, pero no podía ignorar lo que sentía por ella.

Con un breve susurro de disculpas al prisionero, se alejó un poco, respondiendo rápidamente: 

Todo bien. He estado pensando en ti. ¿Te gustaría salir nuevamente esta semana?<<

Sabía que no podía dejar de lado su vida actual, pero la idea de conectar con Naira era demasiado atractiva como para resistirse.

Regresó a la escena del interrogatorio, donde el hombre seguía temblando y suplicando. "Lo siento, lo siento", repetía, pero Iván sabía que no había vuelta atrás.

Con un movimiento rápido, se acercó al hombre y lo miró fijamente a los ojos. ━━Voy a hacerte una última pregunta ━dijo con frialdad━ ¿Quién te ha estado financiando?

La tensión en el aire era palpable mientras se preparaba para continuar el "interrogatorio", pero en su mente, se veía a sí mismo cenando con Naira, disfrutando de una conversación despreocupada.

El prisionero, al ver que Iván no mostraba signos de clemencia, se derrumbó. ━━No sé nada, lo juro. Solo soy un peón, no tengo información.

━━Error ━dijo Iván, con una sonrisa helada━ Todo el mundo sabe algo. Ya sea que se lo cuenten a la policía o se lo digan a otros, al final todos hablan ━Y con eso, la tortura continuó.

La brutalidad de la escena no podía oscurecer la luz que Naira representaba para Iván. Ella era su escape, un soplo de aire fresco en un mundo en el que el dolor y la traición eran la norma. Aunque era un mafioso, había una parte de él que anhelaba salir de ese ciclo de violencia, y Naira se estaba convirtiendo en la razón para hacerlo.

Finalmente, cuando la situación terminó y el traidor fue enviado a un destino que él ya conocía, Iván se quedó solo en su oficina, rodeado de la penumbra y el eco de lo que acababa de suceder. La carga de su vida lo pesaba, pero la posibilidad de una vida diferente con Naira era una idea que empezaba a florecer en su mente. No podía dejar que el caos que lo rodeaba la alcanzara. Debía protegerla.

Mientras se alejaba del almacén, Iván hizo una promesa a sí mismo. Naira no solo era una distracción; era la razón por la que quería cambiar. Iba a hacer lo imposible para mantenerla a salvo, sin importar los riesgos. La mafia podría ser su vida, pero con Naira, había una posibilidad de redención, y no estaba dispuesto a dejarla escapar.

Iván se encerró en la oscuridad de su oficina, rodeado de la penumbra, sintiendo el peso de sus decisiones. Sabía que su vida nunca podría ser completamente diferente, pero Naira era la razón por la que había comenzado a soñar con algo más.

Cuando finalmente salió del lugar, la ciudad lo recibió como siempre: con oscuridad y peligro acechando en cada esquina. Sin embargo, esa vez su pensamiento era diferente. Ya no solo le importaba sobrevivir, sino que ahora deseaba proteger a Naira, alejarla de su mundo, darle algo mejor.

Esa noche, el club estaba lleno como siempre. Las luces brillaban y la música golpeaba el aire, pero en su mente, solo estaba ella. Naira, con su mirada brillante y su cuerpo moviéndose con una gracia que hacía olvidar la dureza del lugar. Era imposible no observarla. Cada paso que daba en el escenario, cada giro de su cuerpo, era una evocación de todo lo que él deseaba tener pero no podía alcanzar.

Después de su turno, Iván la encontró al final del vestíbulo, esperando. No había necesidad de decir mucho; sus miradas lo decían todo.

━━Hola, Nana ━saludó Iván con su voz tranquila, cargada de un peligro que solo ella podía sentir.

━━Hola, Iván ━respondió Naira, con una sonrisa nerviosa, tratando de mantener la compostura, aunque su corazón latía rápido.

Iván se acercó lentamente, cada paso suyo parecía acercar la tensión al límite.

━━Te ves increíble hoy ━dijo Iván, observándola como si cada movimiento suyo fuera un desafío que estaba dispuesto a aceptar.

━━No vine aquí para esto ━respondió Naira, tratando de mantener su distancia. Su voz sonaba firme, pero en sus ojos brillaba algo más.

━━¿Entonces, por qué lo haces? ━preguntó él, sus palabras una invitación al abismo.

La pregunta quedó flotando en el aire, pesada, como una promesa. Naira lo miró, insegura, sabiendo que estaba al borde de algo que no podría controlar. Y a pesar del miedo que sentía, algo dentro de ella deseaba seguir adelante.

━━Porque es el único lugar en el que quieren contratar a una universitaria que no sabe hacer nada... ━respondió en un susurro, avergonzada, mientras sus ojos bajaban al suelo.

Iván la tomó del mentón, levantando su rostro para que lo mirara.

━━No tienes que hacerlo, Nana ━dijo con suavidad, pero había una firmeza en su voz que la hizo estremecerse━. Yo te daría todo lo que necesitas. Solo tienes que confiar en mí.

Naira sintió la intensidad de sus palabras, como si estuviera siendo despojada de sus defensas una a una. La vulnerabilidad la aterraba, pero a la vez, lo que más deseaba era ser vista de esa manera, más allá de la bailarina, más allá de su dolor.

━━¿Qué me darías, Iván? ━preguntó con la voz quebrada, sin saber si estaba lista para escuchar la respuesta.

Él la observó en silencio durante un largo momento, como si tomara una decisión importante. Luego, con una sonrisa que no llegó a ser amable, respondió:

━━Todo lo que deseas, el mundo entero si lo quieres... pero solo cuando estés lista para aceptarlo.

Iván dejó que sus dedos se deslizara de su rostro y dio un paso atrás, dejando a Naira con la sensación de que todo lo que había sido hasta ese momento estaba por cambiar. Ella, atrapada entre la necesidad y el miedo, sabía que no podría huir por mucho tiempo.

🖤

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 23 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ALL NIGHT - Spreen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora