Un Encuentro Nocturno

146 18 23
                                    

La noche había caído sobre Musutafu, y las luces de la ciudad parpadeaban en la distancia. Shoto Todoroki, agotado y confundido, había estado caminando sin rumbo, tratando de escapar de la presión que sentía en casa. El día había sido largo, y finalmente se encontró con un callejón oscuro donde se sentó, dejando que el cansancio lo abrumara. Sin darse cuenta, sus ojos se cerraron y, poco a poco, se quedó dormido.

La tranquilidad de la noche fue interrumpida por pasos que resonaban en el pavimento. Un hombre rubio, paseaba por las calles después de un día lleno de actividades en su "lugar de trabajo". Al mirar hacia el callejón, vio una pequeña figura acurrucada en el suelo.

—¿Hey, pequeño? —preguntó, acercándose con curiosidad. Al ver que no respondía, se agachó para observarlo mejor. Era un niño de cabello blanco y rojo, y con una cicatriz que adornaba su rostro, al mismo tiempo que mantenía una expresión de angustia en su rostro mientras dormía.

El ojiazul sintió un tirón en su corazón al ver al niño en esa situación. Sin pensarlo, se arrodilló a su lado.

—Oye, despierta —dijo, moviéndolo suavemente.

Shoto parpadeó y se despertó de golpe, mirando a su alrededor con desorientación.

—¿Quién eres? —preguntó, incorporándose rápidamente, aún aturdido por el sueño.

—Soy Jin, pero me puedes llamar Twice —respondió, con una sonrisa amigable. —¿Qué haces aquí, solo y dormido en la calle?

Shoto, sintiéndose vulnerable, retrocedió un poco.

—No… no estoy haciendo nada —respondió, su voz temblando. —Solo buscaba un lugar tranquilo.

Twice se sentó a su lado, intentando hacer que el niño se sintiera más cómodo.

—Este no es un lugar seguro para dormir. ¿No tienes a dónde ir?

Shoto se mordió el labio, sintiendo que debía ser cuidadoso.

—No… no quiero hablar de eso —dijo, evitando la mirada de Jin.

—Está bien. No tienes que decirme nada si no quieres —dijo Twice, tratando de no asustarlo más. —Pero yo tengo un lugar donde podrías estar a salvo. No eres el único que se siente solo en este mundo.

A pesar de la inseguridad que sentía, algo en la voz de Twice le hizo dudar. ¿Era realmente confiable? Shoto no tenía idea de quién era ni de qué estaba hablando.

—No sé… —dijo, mirando a su alrededor. La oscuridad del callejón parecía aún más amenazante. —¿Por qué debería seguirte?

Twice hizo una mueca comprensiva.

—Entiendo que tengas miedo. Pero te prometo que no te haré daño. Solo quiero ayudarte. Hay personas a las que les gustaría conocerte, y te prometo que no hay presión.

Shoto sintió un tira y afloja en su interior. Por un lado, quería permanecer en su zona de confort y no moverse, pero por otro lado, la idea de pasar otra noche en la calle lo asustaba aún más.

—¿Qué tipo de personas? —preguntó con su curiosidad ganando terreno.

—Son amigos míos, y son bastante geniales. Pueden parecer diferentes, pero son buenas personas. Solo quieren hacer lo correcto y ayudar a quienes lo necesitan —respondió Twice, con una sonrisa cálida.

Shoto miró a Jin a los ojos, tratando de leer su expresión.

—¿Y si no me gusta? —preguntó, sintiendo que había mucho en juego.

—Entonces puedes irte cuando quieras. Nadie te va a forzar a quedarte —aseguró Twice, levantándose y extendiendo su mano hacia él.

Después de un momento de duda, Shoto finalmente tomó la mano de Twice, sintiendo un ligero alivio al no estar solo en la oscuridad.

Héroe Perdido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora