One-shot

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¡Claro que estaba molesta! La maldita Río Vidal apareció frente a ellas después de retorcerse como ¿qué? ¿el maldito exorcista? Estaba segura de que, ni siquiera, la persecución de las Siete de Salem podría ser peor que el castigo de recorrer el Sendero con su ex, exesposa, examante, exnovia; Agatha ya había olvidado el orden de cómo avanzó su relación con Rio hace tantos siglos ¿O no?

Mientras se (ad)miraba frente al espejo vio el reflejo de esa mujer a unos cuantos pasos de ella, Rio se acercó lentamente – No puedes huir eternamente de mí, Agatha – Susurró la bruja verde

- Oh, pero lo he hecho bastante bien los últimos siglos ¿no? – Respondió con sarcasmo.

- Claro, sólo tienes que abstenerte de matar un par de personas al día y eso resulta difícil para una asesina de brujas serial – Agatha miró el reflejo de su exmujer, le dedicó una sonrisa de circunstancia, esa sonrisa que tanto había entrenado y que usaba cuando sentía que perdía el control de la situación; a Agatha nunca le ha gustado perder.

La mujer mayor se alejó con la frente en alto y siguió reconociendo el lugar, era una especie de salón de presentación muy de los 70's, incluso tenía una cabina, desde ahí podía ver a todo su aquelarre, cada uno inspeccionaba los detalles de aquella prueba. Aún no lograba descifrar para quién estaba dirigida. Se sentó en la única silla cercana mientras observaba al adolescente que las acompañaba, algo dentro de ella la hacía pensar que ese chico podría ser... pero de ser así Rio le hubiera dicho la verdad ¿cierto?

Agatha nunca se consideró una bruja común, y sabía que su definición de "lo correcto" no coincidía con la del resto, pero así era ella: poderosa, irónica, asesina, sarcástica, prácticamente invencible; al menos eso era hasta que la maldita Wanda le arrebató sus malditos poderes y la dejó encerrada en ese maldito pueblo por... Sólo Morgana sabría el tiempo que le había sido arrebatado y eso la hacía sentir tan impotente

- ¿Cuál es el plan Agatha? –La bruja mayor suspiró con resignación cuando Rio entró a la cabina. Necesitaba recuperar el poder y eso sólo lo lograría teniendo el control, cualquier tipo de control, sobre quien sea y le daría la fuerza suficiente para terminar el Sendero, incluso si eso significaba terminarlo sola – Vamos cariño, divirtámonos un poco como en los viejos tiempos – La voz seductora de Rio le provocó un escalofrío que recorrió toda su columna vertebral

¡Oh, por Morgana! Hace tanto tiempo que no se sentía tan irremediablemente atraída por alguien - ¿Sólo tú y yo? – Preguntó Agatha, su mano recorrió lentamente un camino desde su mandíbula, pasando por su cuello y acariciando la piel expuesta. La más joven se mordió el labio y asintió

-Recuperaremos tu poder, volverás a ser quien eras – Aseguró Rio

- ¿Y me tendrás como siempre has querido? –

- ¿Horizontal? – La pequeña charla había llenado la habitación de una tensión sutil, la bruja verde recortó la distancia que la separaba de Agatha y ésta se recostó más en la silla

- De rodillas – Ordenó

- ¿Qué? – La seguridad de Rio se vio momentáneamente afectada, pero enseguida se recuperó

- No me hagas repetirlo – Exigió Agatha. Sin decir una palabra más la bruja se dejó caer de rodillas – Así me gustas –

Rio sonrió, luego gimió suavemente hasta apretar sus dientes es una mueca de necesidad. Se lanzó a los labios de Agatha y los lamió, intercambiando algo de saliva en el contacto con la lengua de la morena, Rio le acarició la piel que el traje le dejaba expuesta y Agatha gimió con fuerza

-No estamos solas- Dijo entre suspiros

- Entonces necesito que seas silenciosa Agatha – Mierda, pensó, se supone que yo debería tener el control – Si lo deseas, tú puedes tener el control, mi amor Dijo Rio mientras distribuía besos a lo largo del escote

- No – Sentenció la bruja – No, no soy "mi amor" –

- Como desees, milady – Rio sabía que el camino que tendría que recorrer para llegar al corazón de Agatha sería largo, difícil, tortuoso, quizás violento y lleno de muertos, para variar. Agatha sonrió y paso sus manos por su torso, sobre la tela, haciendo que Rio salivara, la más joven no podía separar sus ojos de las manos de Agatha subiendo y bajando lentamente, rozando su clavícula, sus pechos y extendiéndose por sus muslos. Esos magníficos muslos que estaban envueltos es una tela tan malditamente apretada, pero que deberían estar apretándose alrededor de su cabeza mientras llenaba de placer a su exesposa. En un ágil movimiento Rio se colocó a horcajadas – Y ahora aprovecharé que te tengo justo donde te he deseado los últimos siglos –

- ¿Debajo de ti? – ronroneó Agatha cuando Rio se movió sobre su cuerpo, rozándola.

- Debajo de mí sí, pero sobre todo en mis manos mi am... - Agatha bufó y quedó prendada de los movimientos de Rio quien introdujo sus manos por la abertura y pudo acariciar sus pechos. La bruja se agachó poniéndose de rodillas nuevamente y desabrochándole el pantalón, tiró de él – Coopera Agatha, sé que lo deseas – La bruja mayor se apoyó en el respaldo de la silla y dejó que Rio le quitara la ropa de la cintura para abajo

-Igual que tú – Respondió

- No te das una idea, querida – Rio corroboró sus palabras abriendo las piernas de Agatha y penetrándola – Está claro que lo necesitas demasiado, la mujer iba a responder, pero colocó un dedo sobre su boca – Ahora empuja contra mí y cállate de una vez – Ordenó

Agatha gruñó, pero obedeció. A Rio le satisfizo su sumisión. Se fue metiendo más y más profundamente dentro de Agatha, oyéndola gemir y retorcerse, sacudió sus dedos dentro de ella y la mujer mayor dio un grito antes de soltar algo incomprensible. – Joder – Es un momento de tensión Agatha colocó su mano sobre la mesa que estaba cerca, sin darse cuenta de que estaba encendiendo los altavoces de todo el escenario

-Siempre tan mal hablada, debería haberlo previsto – Agatha dio un bote al sentir el aliento caliente de su exesposa en su intimidad, usando su mano libre abrió sus pliegues dando acceso a su clítoris; Rio no tardó en atacarlo con su lengua mientras seguía introduciendo sus dedos en un vaivén constante

- Por Morgana – Sollozó audiblemente

- ¿Qué pasa? ¿Acaso te hago sufrir? – Rio de detuvo – Si quieres me detengo –

- No te atrevas – Agatha se sacudió entera y cuando Rio volvió a su posición la sostuvo contra su sexo enredando los dedos en su pelo y soltando, por fin, el interruptor de los altavoces – Sí, sí Rio – Gimió, la mencionada succionó el clítoris una vez más. Rio la penetro potentemente y Agatha jadeó empujando a Rio entre sus piernas con una mano firme. No tardó en correrse en su boca y gritar intensamente.

Rio recogió los restos de aquel orgasmo y movió sus dedos mientras tanto, encantada con aquel manjar que le había sido negado durante tanto tiempo – Sigues estando deliciosa, como siempre – se lamió los labios. La respiración errática de Agatha no le permitió responder, sus extremidades le dolían y sentía que si intentaba ponerse de pie caería de rodillas y ella nunca se arrodillaba; por lo que sólo pudo ser testigo de cómo su exesposa se limpiaba la comisura de los labios y desaparecía tras la puerta por la que había entrado



Cuando Rio bajó para reunirse con el aquelarre, todos los presentes la miraban aterrados

- ¿Qué? – Cuestionó molesta la bruja verde

- Tú... - El más joven del grupo dio un par de pasos valientes hacía adelante – Agatha... ¿La mataste? – preguntó por fin. Rio miró al adolescente intentando entender a qué se refería, cuando su mirada se desvió hacía Lilia quien no dejaba de mirar hacía los vidrios polarizados de la cabina

- ¡Oh! Totalmente, digamos que... La destruí – Sonrió la bruja alejándose y sentándose en uno de los sillones. Unos minutos después apareció Agatha en lo alto de las escaleras

- Bien, terminemos con esta mierda – Gritó, mientras bajaba las escaleras con un aire de suficiencia y una sonrisa tan grande que hizo dudar al aquelarre sobre lo que había pasado tan sólo unos momentos atrás

What if...?  ~ Agathario ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora