¿Qué?...... so.

Solos tú y yo.

3 días...

Marcy suspiro de la frustración, tener a su hermana en casa y con solo unos días de la boda empezaba a matarla.

—Sashy...— Llamó en busca de mimos, extrañaba estar con Sasha y hacer el amor cada que podían, pero después del susto que tuvieron al no llegar su periodo, el doctor le recetó estar en momentos de tranquilidad, nada de estrés pues eso había retrasado su sangrado.

—Marcy...— La rubia la abrazo rápidamente. Al igual que Marcy, Sasha se sentía estresada en ese momento, pues a última hora las flores habían cancelado el pedido y su madre me pidió ayuda para encontrar un lugar donde tuvieron un lote disponible.

Se acostaron en la cama que compartían, juntando su cuerpo a tal punto de querés fucionarnse. Sasha escondió su rostro en el pecho de la mayor, escuchando sus latidos que tanto la tranquilizaban.

—Siento que un tren me atropello.— Se quejó.

—Y yo siento que he estado en un manicomio por años.

—Quien diría que organizar una boda sería tan difícil.

—Y eso que nuestras madres han organizado la mayor parte de la boda.

Sonrieron ante el comentario de la mayor y pronto se juntaron en un tierno beso.

Amarse era lo más hermoso que tenían y se habían demostrado estar en las buenas y en las malas. Podrían decir que ya eran un matrimonio aún sin el papel que lo oficializaba.

Sasha suspiró entre besos. Jamás había pensando que algún día se casaría y ahí estaba, a unos días de la boda...

No sé podía imaginar una vida sin su Marcy, anhelaba una vida con ella, una familia hermosa y llena de amor. Quería envejecer junto a Marcy y aún muerta sabría que su alma la seguiría amando.

Quería hacer el amor con ella cada que pudieran, quería entregarse en toda la palabra y decirle a Marcy cuánto la amaba.

—Te amo...— Susurró Marcy una vez que se alejaron del beso.— Te amo...

—Yo te amo más...— Murmuró Sasha con una pequeña sonrisa.

—¿Y si hoy nos quedamos en la cama?...— Propuso Marcy, haciendo un circulo en el pecho de Sasha con su dedo índice.

—Amor, el doctor dijo que no te podrías estresar...

—Entonces ayúdame a liberar todo ese estrés.— Sonrió con inocencia.— Sashy... Te extraño, solo quiero que estemos juntas...

—Y lo estaremos.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo...

—¿Hasta que la muerte nos separe?

—Amor.— Sus miradas se cruzaron, el corazón de cada una latia con rapidez pero estaban cordinados. Sasha tomo entre sus manos el rostro de Marcy y traso cada rasgos con su pulgar. Estaba fascinada por la belleza de la mayor y aún más encantada con aquellos ojos color chocolate que la enamoraron en un inicio.— Ni la muerte nos podrá separar. Te amo tanto que podría sobrepasar más allá de una segunda vida... Se que fui hecha para ti, se que... Mi destino era estar contigo y miranos... Te amo Marcy Regina Wu, te amo con todas mis fuerzas y con toda mi alma.... Y se que nada ni nadie podrá hacer que deje de hacerlo.

—Sashy...— Sus palabras habían tocado en lo más profundo del corazón de Marcy. Amaba cuando Sasha le decía que la amaba, amaba sus palabras, amaba a Sasha... Sus ojos azules brillaban y resplandecian un enorme cariño, su rostro blanco estaba pintado con un ligero sonrojo, ocultando aquellas pecas que le encantaba contar cada mañana. Amaba a Sasha, la amaba de verdad.— Te amo... Te amo tanto...

Eso le basto a Sasha, que Marcy le dijera que la amaba siempre bastaba.

Beso nuevamente sus labios y en aquel día, la cama fue testigo de una nueva unión.

—Si, mamá. Los abogados ya tienen todo preparado.

Darcy paro su caminar al baño al escuchar la voz de Marky. Sin pensarlo dos veces se acercó a la mayor para poder escuchar mejor.

—Los Waybright quieren un mancomunado, pero mis abogados ya están a pelando. No podemos dejar que Marcy pierda la oportunidad de tener la mitad de los bienes cuando se divorcien.— Sonrió, leyendo unos documentos en manos.— Si mamá, no me tienes que acordar mi fallido matrimonio. Cómo sea, esas dos no funcionan y jamás funcionarán. Se cansarán tarde o temprano cuando sus diferencias choquen o cuando noten que un matrimonio no es de color de rosa. Entonces vendrán las infidelidades y bum, divorcio asegurado. Tu y yo sabemos de lo que hablamos.

Darcy se quedó pasmada en su lugar al entender que su familia estaba usando a su hermanita para obtener ganancias.

—No te preocupes, mamá. Se que los Waybright aceptaran nuestras peticiones... En todo caso de que no, no aceptaríamos un matrimonio y ellos no estarían dispuestos a perder tanto dinero invertido en Marcy. Este matrimonio favorece a las dos familias y cada uno sabrá cómo sacarle provecho.

La boca de Darcy se abrió a la par, causando un pequeño jadeo de asombró y llamando la atención de Marky.

—Te llamó luego.— Murmuró ante de colgar.— ¿No te engañe a qué espiar es de mala educación?

—Estan vendiendo a Marcy...

—Solo hacemos lo que nos toca.

—¿Y eso es hacer que Marcy se case por conveniencia?

—Darcy, las bodas son pura conveniencia.

—¿Cuando estuviste casada?

—Escucha.— La voz de mando que tanto odiaba la mento había regresado, causándole un escalofrío lleno de miedo.— Cada familia está sacando provecho de esta boda. Somos importantes, el dinero está en juego gracias a esas dos y si llegamos a perder serán los Waybright quienes consigan la mayor parte de las ganancias.

—Marcy ama a Sasha...

—Y ese amor acabará.— Respondió sin dudar.— Lo paso con nuestros padre, paso con los padres de Sasha. Está en nuestra sangre, Darcy. Incluso tu te cansaras de esa chica con la que estás. Nuestra hermanita se divorciara tarde o temprano y te apuesto lo que quieras que lo harán.

Darcy se quedó en silencio, meditando lo que pasaba. Era cierto que el amor jamás duraba o al menos eso era lo que sus padres le repetían cada día. Pero... Sasha y Marcy parecían luchar por ese amor cada día... Aún si no le agradaba del todo Sasha, se veía que realmente amaba a su hermana...

Entonces ¿Qué debería de hacer?

—Si le llegas a decir a Marcy, juro que haré que te envíen nuevamente a Cuba.

Estaba en un aprieto.