5- "something doesn't add up"

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Había pasado aproximadamente una semana desde la pijamada en casa del albino, y todo parecía haber vuelto a la normalidad. El clima estaba templado, y la rutina escolar se mantenía sin sobresaltos. Tanto el albino como el azabache, caminaban de regreso a la mansión Nakajima después de las clases, inmersos en el silencio cómodo que solían compartir. A pesar de las tensiones entre ellos, habían aprendido a tolerar sus diferencias.

-Será mejor que no me hables cuando lleguemos -murmuró el alfa, con los ojos entrecerrados, sin mirarlo directamente-Estoy cansado de tus excusas para cada cosa que pasa.

El omega suspiró, acostumbrado a los comentarios ásperos de su compañero.

-No es como si tú fueras fácil de tratar -respondió con voz cansada, mirando el cielo que comenzaba a teñirse de tonos anaranjados mientras el sol descendía.

Cuando finalmente llegaron a la mansión, algo se sentía... fuera de lugar. Los padres del Omega estaban esperándolos en la sala de estar, Akihiro y Misaki Nakajima, lo cual no era habitual. Normalmente, estaban demasiado ocupados con la empresa como para reunirse a esa hora del día.

-Atsushi, Ryunosuke -saludó su madre con una sonrisa tensa-. Siéntense, por favor. Necesitamos hablar con ustedes.

El albino sintió un nudo en el estómago. El azabache frunció el ceño, cruzando los brazos con una expresión que claramente mostraba desconfianza.

-¿De qué se trata?-preguntó el azabache, con un tono algo brusco.

Akihiro, el padre de Atsushi, tomó la palabra.

-Debido a ciertos asuntos de negocios, tendremos que enviarlos a ambos a Canadá por un tiempo. La familia Montgomery ha accedido a recibirlos. Es algo temporal, pero es necesario para que nuestros negocios prosperen.

El Omega parpadeó, sorprendido. Los Montgomery eran dueños de una empresa enorme, y siempre habían sido aliados cercanos de los Nakajima. Recordaba vagamente los antiguos planes de un posible compromiso entre él y Lucy, su mejor amiga de la infancia y exnovia, pero esos planes habían sido abandonados años atrás.

-¿Eso es todo? -preguntó el de ojos bicolor, aún procesando la noticia-¿Por qué ahora? Aún ni siquiera termino el año escolar..

El alfa azabache, por su parte, no se dejó engañar, el sabía que había algo mas detrás de aquella inesperada decisión, pero no tenía permitido hablar de ello, al menos no al frente del albino.

-Disculpen, pero esto no tiene sentido.-intervino, sus ojos oscuros fijos en ambos adultos-Y lo lamento, pero debo denegarme a acompañarme a Atsushi. No puedo dejar sola a mi hermana he irme por qué si.

La señorita Misaki suspiró antes de responder.

-Entendemos tus preocupaciones, Akutagawa. Por eso hemos decidido que Gin puede ir con ustedes. Sabemos lo importante que es para ti tu hermana.

El joven apretó los puños, frustrado pero sin argumentos para negarse. Sabía que algo no estaba bien, pero si su hermana estaba a salvo, eso era lo único que importaba.

El Omega albino, por otro lado, sintió un escalofrío recorriéndole la espalda. Sabía que algo más oscuro se ocultaba tras esa decisión. Sus padres nunca lo enviarían fuera sin una razón de peso. Y aunque mencionaron el trabajo con los Montgomery, algo en sus expresiones le indicaba que había algo más, algo que no estaban dispuestos a revelar.

-Entendido.-murmuró Akutagawa finalmente, aunque su tono dejaba claro que seguía molesto-Pero si Gin no está cómoda, nos iremos.

Mɪ ғᴜᴇʀᴛᴇ ɢᴜᴀʀᴅᴀᴇsᴘᴀʟᴅᴀs ||SSKK|| (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora