ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔠𝔦𝔫𝔠𝔬

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sexto capítulo de desbloquea
con 10 votos y 11 comentarios

El amanecer llegó gris y opresivo, como si el cielo supiera que las tensiones dentro de los muros del castillo no se disolverían tan fácilmente

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El amanecer llegó gris y opresivo, como si el cielo supiera que las tensiones dentro de los muros del castillo no se disolverían tan fácilmente. Rhaelyra se despertó con los ojos pesados de haber llorado la noche anterior. Su cuerpo aún sentía el eco de la incomodidad de la cena, el peso de las palabras de Jacaerys y Aemond descansando sobre sus hombros como una capa de acero frío. Intentaba recordar el momento exacto en el que las cosas se habían roto, pero parecía un instante tan difuso como las sombras que se alargaban en su memoria. Todo había comenzado tan lentamente, como una brisa que se convierte en tormenta sin previo aviso.

Mientras Emil la ayudaba a vestirse con un vestido negro bordado en hilos de plata, reflejo de su estado de ánimo, Rhaelyra intentaba mantener la compostura. Sabía que la cena anterior no había sido solo una simple pelea familiar. Era el inicio de una ruptura que, si no se detenía, podría fracturar para siempre lo poco que quedaba de la unión entre los suyos. Emil, siempre tan cuidadosa, notó la tensión en los hombros de su señora, pero guardó silencio.

Era consciente de los rumores que corrían por los pasillos, del susurro constante entre los sirvientes, que decían que la familia Targaryen estaba en el borde de una guerra interna. Cada gesto, cada mirada entre los miembros de la familia, parecía estar cargada de una violencia subyacente, una batalla que aún no había sido librada, pero que todos sabían que se avecinaba.

—Mi señora, el rey ha empeorado esta mañana —informó Emil en voz baja, rompiendo el silencio incómodo de la habitación. No levantó la mirada al hablar, y Rhaelyra lo agradeció. No podía soportar ver la preocupación reflejada en otro rostro más. — Los maestres han dicho que no podrá asistir a las despedidas hoy. La reina ha decidido que será mejor que la familia permanezca aquí un tiempo más.

El corazón de Rhaelyra se hundió ante la noticia. Aunque su relación con su padre no había sido la más cercana, lo amaba profundamente. Saber que su salud había decaído tanto era como un puñetazo en el estómago, un recordatorio cruel de la fragilidad de la vida. Y más aún, significaba que la estancia de Rhaenyra y su familia se prolongaría, trayendo consigo semanas más de tensiones insoportables. No podía imaginar el desgaste que esto traería a todos. Cada día sentía que los muros del castillo, antes un hogar, se cerraban un poco más alrededor de ella.

𝐄𝐍𝐄𝐌𝐘 ; Jacaerys Velaryon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora