Memories of a fallen angel

05. Expected controversy

Jofiel estaba en su oficina organizando documentos y tomando lo que los humanos llamaban té... Por alguna razón sintió que necesitaría algo más cargado así que se preparó un café... Algo le decía que tendría más trabajo.

- Jofiel necesito hablar contigo - Exclamó Michael mientras abría la puerta sin pedir permiso.

Jofiel miro a Michael con el ceño fruncido, este niño era demasiado impertinente, algunas cosas no cambian... Michael se quitó su casco y lo dejo en el escritorio de Jofiel.

- ¿A qué debo tu visita? - Preguntó Jofiel con paciencia sabía que la necesitaría.

- Recibí una carta de Luzbel - Respondió Michael mientras sacaba un papel arrugado y se lo daba a su hermano mayor.

Jofiel leyó la carta mientras tomaba su té para calmar los nervios y tomaba la cafeína para que su mente empezará a trabajar.

- ¿Una reunión? - Preguntó Jofiel con el ceño fruncido, Luzbel quería una reunión para su hija ¿Pero que tema querían tratar?

- Si, su hija quiere una reunión contigo o con Galim - Exclamó Michael con nerviosismo mientras le quitaba el café a Jofiel y se lo tomaba.

- Eso era mío - Se quejo Jofiel con el ceño fruncido.

- Oye ¿Tu has pensado en la redención? - Pregunto Michael mientras veía a su hermano.

- Pues no lo había pensado como tal pero según nuestro padre todo aquel que se arrepienta verdaderamente y de corazón tiene derecho a una oportunidad - Respondió el mayor mientras revisaba sus papeles.

- Entonces ¿Qué le digo a Luzbel? - Preguntó el soldado celestial mientras empezaba a escribir una carta.

- Su reunión será en dos días, dile que traiga a su hija - Respondió Jofiel mientras leía los documentos los cuales estaban al revés.

- Eh? No sería al revés digo la reunión era para la niña no para Luzbel - Murmuró Michael perdido.

- Ah estábamos hablando sobre la reunión para la redención? - Preguntó Jofiel un poco avergonzado.

- Querías hacer una reunión de hermanos? - Preguntó Michael con la boca abierta mientras veía como su hermano mayor se ponía rojo de vergüenza.

- ¡Qué! Claro que no solo lo dije para ver si prestabas atención, ya vete, tengo mucho trabajo - Grito Jofiel mientras sacaba a su hermano a patadas.

✩｡:*•.───── 🌹🌹 ─────.•*:｡✩

Lucifer estaba en su castillo creando patitos mientras Alastor lo acompañaba, últimamente Alastor pasaba casi todo el día con el en su castillo.

- ¿Te gusta este? - Preguntó Lucifer mientras le enseñaba un patito a Alastor.

- Está muy lindo aunque le falta maldad - Respondió el demonio mientras peinaba las alas del rey, lo intentaba hacer con mucho cuidado, las plumas eran demasiado sensibles y se podían lastimar o arrugar.

- Pero tiene que ser un buen patito - Murmuró el rey con un puchero mientras veía al demonio rojizo.

- Que sea un buen patito no quiere decir que no pueda tener maldad, puede ser la combinación de ambos el bien y el mal trabajan bien juntos - Respondió Alastor mientras pinchaba suavemente la nariz del rey haciendo que Lucifer tapará con sus manos su nariz para después ponerse rojo.

Alastor soltó una risota para después seguir peinando las alas del rey.

- Tu eres el claro ejemplo del que el buen y el mal trabajan bien, eres el rey del infierno pero sin embargo eres jodidamente tierno y amable - Dijo Alastor con seguridad mientras veía los ojos de Lucifer... Aveces pensaba que estaba en presencia de un ángel, luego se recordaba que Lucifer era un ángel.

- Yo... Yo, ya no soy bueno - Respondió Lucifer en tono bajito, estaba avergonzado - Yo soy el pecado reencarnado, no puede haber bondad en mi.

- La bondad es relativa, tu puedes ver maldad en ti, sin embargo otros perciben bondad - Dijo Alastor en un suspiro - Charlie es la prueba de ello, adoras tanto a tu hija que dejaste tus miedos lejos para poder brindarle una oportunidad, ante mis ojos eso es un acto bueno.

Lucifer solo se escondió entre sus alas, estaba demasiado avergonzado por las palabras de Alastor, sentía algo raro en el estómago... Quizás eran gusanos... Si eran eso... Al escuchar la risa de Alastor los gusanos aumentaron, al igual que los latidos de su corazón... Le iba a dar un infarto.

- Tonto - Susurró avergonzado aún escondido entre sus alas.

Alastor solo siguió riéndose mientras quedaba encantado con la imagen de Lucifer escondiéndose detrás de sus angelicales alas... Agradecía al infierno por semejante escena... Se pregunta que otras escenas tendrá el placer de presenciar.

- Hermoso - Susurró Alastor sin dejar de ver a Lucifer, ya ni se acordaba de como se respiraba ¿Puede morir por asfixia? Eso sería demasiado romántico... Pero en qué rayos está pensando.

Concéntrate Alastor estás hablando de Lucifer, bajito, gruñón, molestó, poderoso, guapo, tierno, perfecto y todo lo que se pueda decir de él... Él no está a tu nivel está en un rango superior, no te puedes obsesionar de él... Él amor es una cuerda que amarra a la gente e impide que se aleje de alguien más... El amor te frena de tus objetivos.

Pero el amor te completa ¿O no? Por qué siento esto en el estómago, es una satisfacción aún mayor que cuando escucho los gritos de súplica de los demonios... Es como si en mi corazón estuviera creciendo una rosa ensangrentada con múltiples espinas... Poco a poco van entrando en mi hasta el punto que hacen una sensación hermosa y reconfortante.

Enamorarte de alguien es vender tu alma sin nada cambio es un trato estúpido por qué si pierdes tu alma lo pierdes todo, pero aún así quiero venderle mi alma al mismo Lucifer... ¿Aceptara mi alma? También le puedo dar mi corazón si lo quiere, lo puedo sacar de mi pecho solo y únicamente para él. ¿Qué más da? Si el tiene mi corazón estaré feliz... Eso haré, le entregaré mi alma y mi corazón como ofrenda para obtener su amor... Si con eso puedo tenerlo toda la vida.

– Te entrego mi alma no necesito nada a cambio, si quieres puedo arrancarme y darte mi corazón – Exclamé en automático mientras veía como Lucifer dejaba de esconderse... Sus ojos parecían obtener un brillo fascinante... ¿Acepto mi ofrenda?