Cómo me enamoré de mi mejor amigo

Capitulo 10

Los días pasaron y la Navidad estaba a la vuelta de la esquina. El grupo se reuniría en el orfanato para organizarles una fiesta especial de Navidad.

Los ninjas que ya conocían bastante bien el lugar se estaban mezclando con los niños. Shikamaru fue testigo de que el ninja rubio no estaba de su habitual humor alegre.

Seguía sonriendo, pero algo no estaba bien. Miró a su alrededor y notó que su compañero de equipo favorito no estaba cerca. Se acercó casual hacia el futuro Hokage, todavía preguntándose por qué se estaba metiendo en situaciones  problemáticas.

—Entonces, ¿qué pasó con Sakura? —preguntó, con la mano apoyada en los bolsillos.

Naruto se quedó atónito. ¿Era tan fácil de leer? Pensó, pero decidió que era mejor creer que a Shikamaru no lo llamaban genio por nada.

Tal vez él podría ayudar . "Quería ayudarla y no sé... me gritó y me dijo que me ocupara de mis propios asuntos... No entiendo qué he hecho mal". Respondió con sinceridad.

El estratega suspiró. "Mujeres problemáticas".

Naruto asintió ante el comentario. Ninguno de los dos pudo comprender su lógica.

Esbozó una sonrisa falsa. "Estoy seguro de que lo superará pronto... nunca se queda enojada conmigo por mucho tiempo, supongo que tendré que esperar".

La pequeña de cinco años vio a su persona favorita en el mundo y saltó sobre él. "¡Naruto-Nii-Sama!", lo llamó alegre.

Por primera vez ese día, le dedicó a la niña una sonrisa sincera. “¡Hola Myu-chan!”, la saludó y la levantó en brazos.

La niña le tocó el pelo corto con curiosidad. "¿Por qué te cortaste el pelo? ¡Me gustaba tu pelo!"

Él miró su adorable carita de puchero. "¿Ya no te gusto sin mi cabello?" bromeó y ella le besó la mejilla ,un gesto inocente.

—Siempre he amado a Naruto-Nii-Sama —declaró llena de su certeza infantil.

Ambos hombres se rieron. Shikamaru le dio una palmadita en el hombro a su amigo. "Tal vez sea más fácil tratar con los más jóvenes", bromeó.

Hanabi se acercó a su hermana mayor y bromeó: "Esta niña lo tendrá antes que tú si sigues siendo una cobarde".

La morena más alta asintió, había jurado que haría lo mejor que pudiera y que no iba a dar marcha atrás hoy.

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Sakura se sentía tan mal que no podía ir a la fiesta de Navidad de los niños y estar frente a todos sus amigos.

Pensó en la mejor manera de disculparse y quiso hacerlo de una manera más privada. Fue a esperarlo cerca de su apartamento con un regalo de Navidad.

Había pensado que sin su cabello más largo, podría resfriarse, así que le compró una gorra naranja, su color favorito.

No debería tardar demasiado, ya que la noche comenzaba a caer. Escuchó que lo llamaban y se inclinó sobre la barandilla. Hinata estaba trotando hacia él. Hablaron brevemente y ella lo siguió por las escaleras. Sakura miró a su alrededor. Esto no era parte del plan. No quería explicarse frente a un testigo. Saltó a la azotea y fue a esperarlo en el edificio de enfrente. Vendría después cuando él estuviera solo.

Desde donde estaba escondida, tenía una vista bastante clara de su apartamento de una habitación. Los vio entrar y a Naruto ayudándola a quitarse el abrigo. Sakura sonrió, Tsunade-sheishou finalmente había logrado enseñarle buenos modales.

Se movió un poco para ver mejor. Él estaba de espaldas a ella y Hinata le estaba hablando con un rubor que se extendía por todo su rostro.

Se dio cuenta, una confesión. Fue testigo del llanto de la heredera Hyuga y se sintió algo aliviada. Pero Naruto se inclinó sobre ella, abrazándola.