Dejala ir

142 16 4
                                    

Que lo disfruten...

"¿Te rendirás a mi?"

Una suave voz pasó a través de su tímpano haciéndolo temblar por su caliente aliento, casi besándole su oreja con un pequeño espacio entre ambos, intentó abrir sus ojos pero jamás pudo, sus párpados se sentían tan pesados debido a los sedantes que destrozaron su sistema hace unas cuantas horas atrás con las palabras de makarov resonando en su mente aún somnolienta.

El rubio deseaba ser alguien con un propósito real, quería ser Naruto sin algún tipo de ligamiento a alguna aldea militar o en algún evento que lastimara a las personas. Si, el seguiría siendo un demonio, un ser de destruccion y muerte y quizás eso no cambiaría.

Pero al menos intentaría hacer algo para el, intentaría recrear su vida aquí si esto funcionaba.

Sus músculos estaban de la misma así que pudo resignarse en estar de lado con su brazo izquierdo colgando de la cama, sintiendo en su mano un cosquilleo por que su sangre no circulaba de la mejor forma. Aún así, se sentía tan liviano como una pluma pero tan pesado como un monstruo.

"Me obedecerás"

La voz dijo, ahora sonaba femenina casi como una declaración que una pregunta, sintiendo un collar rodeando su cuello casi de forma asfixiante, sacando su aliento de él. Lo estaban intentando ahogar, lo sabía ahora. el frío metal estaba sobre su piel marcándolo como su pertenencia.

"Voy a arruinarte, Naruto..."

Naruto pensó, lo maravilloso que sería, poder dormir sin pensar en nada.

No quería dañar a nadie... no quería hablar con nadie..

Solo quería que todos lo olvidaran, luego..

Silencio.

Naruto abrió sus ojos con lentitud esperando que la luz de la mañana no lastimara sus ojos cansados y así fue, somnoliento llevó su mano adolorida hacia su cuello esperando encontrar algo, más nunca pasó. No había nada, solo su piel. Miró hacia abajo de sí, no había nada, solo su ropa del día anterior era la misma con algo rota pero siguiendo servible.

"Buenos días." La voz reconocible de la hada peliroja se hizo presente pareciendo algo molesta, naruto volteó a verla con algo de dificultad aún con sus músculos tan relajados que aunque se sintiera así, su dificultad para hacerlo recaía en eso. Pudo verla bien, sentada con una pierna arriba de la otra mientras que sus manos se cruzaban por debajo de su pecho de metal, mirándolo frívolo, pensó un momento sus palabras o sus anteriores palabras pero. No concordaban con su tono de voz actual.

"¿Dormiste bien?" Volvió a preguntar Erza, mirándolo con interés palpable en su rostro, por unos momentos naruto no respondió y pareció intentar recordar quién era ella.

"Me miras como si fuera alguien más, oh.. ¿no puedes verme bien?" Una pequeña risa escapó de los labios de Erza al darse cuenta de que naruto intentar frotarse sus ojos y despertar de su somnolencia, parecía como un pequeño niño despertando de su siesta sin ganas de ir a la escuela. Más que la mitad de su rostro tenía marcas de la tela de su ropa y algo de las sábanas.

No es como si el pequeño frente de ella hubiese intentado matar a su familia.

"Parece que el ninja serio que conocí una vez, se mira paranoico y en cayendo una espiral." Se intentó burlas Titania hacia el aspecto desaliñado del rubio, mirándolo detenidamente parecía estar destruido, aún y cuando estuvo toda la noche con el observándolo en la oscuridad para que no intentase algo malo, Erza por veces estaba muy cerca de él escuchando su respiración para asegurarse que estuviera aún con vida. Las pastillas del maestro eran efectivas... pero tuvo que haberle dicho cómo funcionaba la dosis correcta.

Naruto: Una Cuna para HadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora