Creces

398 49 5
                                    

Que lo disfruten...

Dentro de su pecho una vez creció un sentimiento de amor y ternura.

La germinación de una planta podría interpretarse como el amor de una persona, desde que es una semilla necesita una luz para existir, tierra para crecer y amor para nacer.

Mucho de algo no es bueno podría decirse, pero una persona no puede parar de amar a alguien y de igual forma de odiarla siempre estará presente en su mente, desde siempre fue así. No olvidarás a la primera personas que amarás y aunque te lo propongas en hacerlo ese sentimiento jamás se desvanece, solo lo encierras.

Naruto supo bien ese sentimiento, Naruto siempre tuvo que reprimir esos sentimiento.

Siempre crece.

Horas luego de su pequeño desbalance mental al momento de llorar los vio una vez más. las sombras lo rodeaban y no era alcanzado por ellas a causa de la luz de la luna que traspasaban las copas de los árboles.

Quizás no tuvo que dudar.

Dudar hacía que murieran personas.

Que no muriera.

Tuvo que limpiarse las lágrimas, solo era por una misión más... una más.

Y todo acabaría.

Tenía que aguantar hasta el final.

Observo sus dos reliquias frente a el, el kunai de vendas azules junto a su libro naranja, sus únicas cosas que más le importaban en este plano terrenal. por ellas tendría que aguantar solo esta misión.

Poniéndose de pie finalmente y guardando sus reliquias en sus sellos se recompuso.

"El amor va a hacer que te maten".

"El premio sera tu muerte... y la mía " respondió al aire "incluso después de mi muerte tú seguirás aquí, ¿no es lo que quieres?" Murmuró a la oscuridad.

"La última vez, no me importó, todavía siento lo mismo ahora"

Antes de volver a responderse para si mismo.

enfrente suyo de un salto desde el suelo Kiah cayó en la gruesa corteza de la rama, la chica joven de la camada lo tenía acorralado para su disgusto y molestia, sin muchos años de hablar ella se dignaba a verlo a sus ojos ¿porque justo ahora?

"Interesante" .

XXXX

Kiah lo supo bien. Desde el primer momento que lo vio, desde el primer intercambio de vistas que tuvieron si es que ella podría llamarlo así, su hermano sufría. Podía notarlo de lejos, quizás sus padres no, quizás Mina tampoco lo hacía, Quizás todo el mundo se hacía el que no sabía.

Quizás ella también lo hizo en su momento.

Ella tenía que intentar cambiarlo todo.

mirándolo a sus ojos es como verlo a él por la primera vez otra vez. Con confianza en su rostro y dándole una sonrisa, no una cualquiera sino la mejor sonrisa que ella pudo que proporcionarle a alguien.

"Hermano... ¿cómo has estado?"- con calma Kiah preguntó.

El rubio no respondio. Es más, sus ojos se intensificaron a ella y aunque ella pensara que era una buena señal a no sentirle malicia era todo lo contrario.

Naruto: Una Cuna para HadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora