A filo de palabras

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Capitulo 01

El odio entre Minho y Jisung no era algo nuevo. De hecho, cualquiera que los conociera desde hacía un tiempo sabía que esos dos no podían estar en la misma habitación sin que algo estallara. Era como si siempre estuvieran buscando una excusa para lanzarse indirectas y ataques velados.

El inicio de la semana en la escuela fue como cualquier otro: cargado de tensiones. Minho, con su típica sonrisa arrogante, no dejaba pasar la oportunidad de soltar algún comentario para molestar a Jisung, quien ya tenía los nervios crispados por la inminente excursión que tendrían en unos días.

__¿Has decidido ya qué excusa vas a usar para no ir a la excursión? __le preguntó el azabache cuando lo vio entrando al salón.

Jisung giró los ojos sin dignarse a contestar al principio, pero Minho no se rendía fácil. Se acercó más, con esa actitud que a Jisung le revolvía el estómago.

__Tal vez podrías decir que tienes miedo a los bichos __siguió Minho.__ Aunque, claro, ya sabemos que no eres lo suficientemente hombre para soportar algo así.

__¿Por qué no te metes en tus propios asuntos? __gruñó, cerrando el libro que tenía frente a él de un golpe seco.__ Me sorprendería que pudieras manejar algo más complicado que caminar sin tropezarte con tu ego.

El comentario pareció hacerle gracia al mayor, quien se inclinó hacia él con una sonrisa burlona.

__Eso fue patético, incluso para tus estándares, Han.

__No me interesa lo que pienses, Lee __respondió Jisung, alzando la voz lo suficiente para que algunas miradas se giraran hacia ellos.__ No sé por qué siempre estás metido en mis asuntos. ¿Tan poca vida tienes que necesitas fastidiar la mía?

Minho solo se encogió de hombros, claramente disfrutando del enojo que causaba.

__Es divertido verte enojarte. Como un niño pequeño que no sabe qué hacer con su rabieta.

El castaño apretó los puños con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron blancos. Cualquier día de la semana, habría respondido con una amenaza o alguna otra indirecta, pero esta vez las palabras de Minho lo estaban llevando al límite. Su cuerpo entero se tensó, y solo una mirada de uno de los profesores logró detenerlo de hacer algo más impulsivo.

__No vales la pena __murmuró al final, empujando al contrario ligeramente cuando pasó a su lado.

Este tipo de intercambio era una constante entre ellos. En las clases, en los pasillos, incluso durante el almuerzo, las discusiones eran inevitables. Nadie sabía realmente de dónde había empezado tanto rencor, pero todos sabían que, si no intervenían, uno de los dos acabaría saltando sobre el otro.

El día antes de la excursión, la situación se desbordó. Han estaba sentado en la cafetería con sus amigos cuando Minho pasó, chocando deliberadamente contra él y haciendo que la bebida se volcara sobre su ropa.

__Ah, lo siento __dijo con una sonrisa que dejaba claro que no lo lamentaba en absoluto.__ No te vi ahí abajo.

__¿Qué demonios te pasa? __gritó Jisung, poniéndose de pie de un salto, la furia brotando de sus ojos.

__No sé, tal vez deberías crecer un poco y entonces podríamos verte mejor __respondió, alzando una ceja.

Antes de que el menor pudiera responder, uno de sus amigos lo sujetó del brazo, intentando evitar una pelea en medio de la cafetería.

__No lo hagas, Sunggie, no vale la pena.

Han respiraba agitado, tratando de calmarse, pero el impulso de lanzarse sobre Minho era casi irresistible. Ese idiota siempre sabía cómo presionar los botones correctos.

__Quédate con tus estúpidas bromas, Minho. Ya veremos quién se ríe cuando te pierdas en esa maldita montaña.

Minho lo miró con esa mirada despectiva que Jisung tanto odiaba.

__¿Estás insinuando que me perdería? __preguntó, ladeando la cabeza con una sonrisa burlona__. Por favor, Han, si alguien va a terminar llorando en esa montaña, eres tú.

El castaño estaba a punto de contestar, pero el sonido de la campana lo interrumpió. Era el último día antes de la excursión, y aunque había jurado ignorar a Lee, sabía que en medio de ese bosque la situación solo empeoraría.

Esa noche, no pudo evitar pensar en todas las veces que Minho había conseguido sacarlo de quicio, en todas esas peleas sin sentido que parecían no tener fin. A veces se preguntaba cómo sería si pudieran simplemente ignorarse, pero era imposible. Ambos parecían destinados a provocarse el uno al otro.

Lo que no sabía es que la excursión que estaba por comenzar los pondría en una situación que ninguno de los dos habría imaginado.

ENEMIES ( Minsung) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora