୨ৎ Poema V. ୨ৎ

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Entre los hilos de luz del amanecer, allí está ella, castaña y de ojos de un café peculiar, como el reflejo de un sueño, etérea y sutil, belleza que flota, tan cerca, tan lejos, como el sol al orbitar.

Su risa, una melodía que ilumina mi ser, radiante como la sonrisa que guarda todo lo bueno, y sé, sin duda, que amo cada parte de ella, como se ama al día cuando despunta y llena el cielo de fuego.

Es el sol mismo, brillante y llena de luz, orbitando en un espacio donde solo yo puedo
verla, amante de tulipanes que colorean su piel, suave y radiante, como un campo en plena floración en primavera.

Entre páginas y letras, en historias que respiran, ella se pierde, pero siempre la encuentro, tan linda como una canción de The
Neighbourhood, mi mundo se detiene, se inclina, se rinde al verla.

Es risueña, con la risa que danza en el viento, divertida, como un juego que nunca tiene fin, alocada, como las olas que abrazan el tiempo, pero suave, como el mar en calma, profundo y sin fin.

El sol le regaló su brillo, tan dorado y puro, en su piel se refleja el calor del verano eterno, encantadora en su andar, dulce en lo más
seguro, como un sueño que al tocar, se vuelve tierno.

Es la chispa que enciende el día, la luz que despierta, y en su dulzura me pierdo, envuelto en su esencia, porque en su locura hay paz, y en su risa, calma cierta, ella es todo, lo salvaje y lo dulce, en perfecta presencia... porque cuando aparece, mi mundo se detiene, porque es mi paz, mi momento, mi plenitud, mi corazón...

Poemas del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora